Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Estudio-Vida de Mateo»
Чтения
Marcadores
Mis lecturas


Mensaje 38

SE REVELAN LOS MISTERIOS DEL REINO

(4)

  En este mensaje continuaremos describiendo la apariencia externa del reino de los cielos. Según revela la parábola de la cizaña, los constituyentes del reino son los hijos del reino, quienes tienen la vida divina en ellos. No obstante, la cizaña, los hijos del diablo, se ha infiltrado. Debido a la presencia de estos falsos constituyentes mezclados con los verdaderos, el reino ha llegado a tener una apariencia externa, que es el cristianismo. Al principio, el reino de Dios era puro pero con el tiempo se convirtió en el cristianismo, constituido por cristianos falsos así como los verdaderos. Por lo general, cuando la gente habla del cristianismo, se refiere a la cristiandad. El reino de los cielos es más reducido que la cristiandad y parece estar dentro de ella. El reino sí existe y está compuesto de constituyentes genuinos que son los hijos del reino, los hijos de Dios, mientras que la cizaña sembrada por Satanás ha producido una mezcla entre los llamados cristianos, dando por resultado la apariencia externa del reino de los cielos, la cual es la cristiandad.

III. EL DESARROLLO ANORMAL DE LA APARIENCIA EXTERNA DEL REINO

  El Señor dio una secuencia maravillosa a las parábolas de Mateo 13. Primeramente tenemos la parábola del sembrador, quien siembra la semilla con el fin de producir los constituyentes del reino de los cielos. Luego se presenta la parábola de la cizaña que fue sembrada por el enemigo, es decir, los creyentes falsos que se infiltraron entre los constituyentes genuinos, dando por resultado que el reino de los cielos se convirtiera en la cristiandad. Después de la parábola de la cizaña se encuentra la parábola de la semilla de mostaza (Mt. 13:31-32).

A. El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza

  El versículo 31 dice: “El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza”. El fruto del trigo mencionado en las primeras dos parábolas y el fruto del grano de la mostaza que se presenta en la tercera parábola, son comestibles, lo cual indica que las personas del reino, o sea, los constituyentes del reino y de la iglesia, deben ser como un sembrado que produce alimento para la satisfacción de Dios y del hombre. Se puede comer tanto el trigo como la mostaza; de hecho, es muy saludable y nutritivo comer pan de trigo con mostaza. Sin embargo, tanto en la segunda parábola como en la tercera vemos la intención del maligno, la sutileza de Satanás. El maligno vino y sembró cizaña entre el trigo. Todo agricultor sabe que la cizaña impide grandemente el crecimiento del trigo debido a que disminuye la fertilidad de la tierra, de la cual depende el trigo para nutrirse y crecer. Debido a que la cizaña ha usurpado y disminuido la fertilidad del terreno, el trigo no puede crecer apropiadamente. Podemos aplicar esto a nuestra situación actual. Muchos falsos cristianos han frustrado el crecimiento de los creyentes genuinos. Donde hay muchos cristianos falsos es difícil que los verdaderos creyentes crezcan en vida. Esta es la sutileza del enemigo. Como veremos más adelante, el enemigo hace que la semilla de mostaza se convirtiera en un enorme árbol, el cual ya no sirve de alimento; en esto vemos la sutileza del enemigo con respecto a la semilla de mostaza.

B. El Rey celestial siembra una semilla de mostaza en Su campo

  Por un lado, lo que el Señor sembró fue el grano de trigo. Pero por otro, fue una semilla de mostaza. Tanto el grano de trigo como el de mostaza representan los diferentes aspectos de Cristo como nuestro alimento. Para darnos el alimento adecuado El es el trigo y la mostaza.

C. La semilla de mostaza crece anormalmente hasta superar el tamaño de las hortalizas y se convierte en un árbol

  El versículo 32 dice que después de que la semilla de mostaza ha crecido, “es la más grande de las hortalizas, y se hace árbol”. La iglesia, que es la corporificación del reino en la tierra, debe ser como una hierba que produce alimento. Sin embargo, su naturaleza y su función fueron cambiadas, de modo que se hizo un “árbol”, un nido de aves. (Esto es contrario a la ley de la creación de Dios, es decir, que toda planta debe dar fruto según su género (Gn. 1:11-12). Este cambio sucedió en la primera parte del siglo cuarto cuando Constantino el Grande unió a la iglesia con el mundo. El introdujo en el cristianismo a miles de creyentes falsos, convirtiéndolo en el sistema de la cristiandad, y haciendo que dejara de ser la iglesia. Por lo tanto, esta tercera parábola corresponde a la tercera iglesia de las siete mencionadas en Apocalipsis 2 y 3, la iglesia en Pérgamo (Ap. 2:12-17). La mostaza es una hortaliza anual, mientras que el árbol es una planta perenne. La iglesia, según su naturaleza celestial y espiritual, debe ser como la mostaza, debe ser peregrina en la tierra. Pero cambiada su naturaleza, la iglesia se estableció y se arraigó profundamente como un árbol en la tierra, y floreció echando las ramas de sus proyectos y operaciones, donde se alojan muchas personas y cosas malignas. Como resultado de esto se formó la organización exterior de la apariencia del reino de los cielos.

  El hecho de que una semilla de mostaza se convierta en árbol viola al principio que Dios dispuso en Su obra creadora con respecto a los diferentes géneros de plantas, a saber: que toda planta debe dar fruto según su género. Génesis 1 se refiere a este principio donde dice que cada clase de vida sería según su género. Por ejemplo, el durazno crece según su género, su especie, y el manzano, según el suyo. Este principio es válido no sólo para el reino vegetal, sino también para el reino animal y aun para el género humano. Cada clase de vida debe desarrollarse según su especie. Una vaca debe desarrollarse como lo que es, una vaca, de la misma manera un asno, debe ser asno y un caballo debe ser caballo. La mula es un ejemplo de un animal que no es conforme a su clase, pues una mula no es ni caballo ni asno sino una mezcla híbrida entre el caballo y el asno. Si cierta clase de vida vegetal o animal no es según su género, es anormal y está en contra del principio ordenado por Dios en Su obra de creación. Para guardar este principio, la planta de mostaza debería ser conforme al género de la mostaza, y un árbol, conforme al género de los árboles. Es anormal que la mostaza quebrante el principio y se convierta en árbol. Al crecer como árbol, la hierba de mostaza traspasa este principio. Tal crecimiento es anormal y constituye una violación a la regla establecida por Dios. Supongamos que la vida humana se desarrolle sin regulaciones y algunos chinos se conviertan en bueyes, algunos japoneses, en caballos y algunos americanos en elefantes. ¡Qué grotesco sería esto! Gracias a Dios que cuando El realizó la creación estableció un principio gobernante para cada tipo de vida. No obstante, cuando el Señor sembró la semilla de la hierba de mostaza, esta hierba creció hasta convertirse en árbol. ¡Qué anormal es tal crecimiento!

  Cuando era joven leí algunos libros que decían que este gran árbol era algo positivo. Sin embargo, este árbol, por muy grande que sea, no es nada positivo. Supongamos que un hombre crezca hasta convertirse en un elefante. ¿Sería esto positivo o negativo? A todos nos sorprendería tal desarrollo tan anormal. El cristianismo de hoy es enorme y satánicamente anormal. No es sólo un árbol sino un gran árbol. Por medio de esto vemos que no sólo ha cambiado la naturaleza de los constituyentes del reino, sino que también el tamaño del reino ha venido a ser anormal. Para que una hierba sea buena para comer, no debe crecer tanto. Si una hierba ha de servir de alimento, no debe ser demasiado grande. Cuando una hierba crece de manera anormal, pierde su suavidad y deja de ser deliciosa y buena para comer. Dios, en Su economía, quiere que Sus hijos sean como el trigo o la mostaza, cuanto más pequeños y tiernos, mejor. Además, debemos ser plantas anuales como el trigo y la mostaza, que no duran más de un año. Los constituyentes de la iglesia deben ser anuales, y no perennes. No debemos echar raíces tan profundas en la tierra ni permanecer allí por largos períodos de tiempo, porque el Señor quiere que seamos peregrinos sobre la tierra. Mientras seamos plantas de período anual, como el trigo y hierbas finas, produciremos la mejor calidad de alimento: grano para hacer pan, y mostaza para este pan. Esto proporcionará a los demás excelente comida para su nutrimiento y satisfacción. Sin embargo, el enemigo ha hecho de la mostaza un árbol perenne que no produce alimento.

D. Las aves del cielo vienen y anidan en las ramas del árbol

  El versículo 32 también dice que las aves del cielo vienen y anidan en las ramas de este árbol. En lugar de producir alimento, este árbol sirve para que las aves aniden. Puesto que las aves que se mencionan en la primera parábola representan al maligno, Satanás (vs. 4, 19), las aves de los cielos del versículo 32 deben de referirse a los espíritus malignos de Satanás, junto con las personas y cosas malignas motivadas por ellos. Estos se alojan en las ramas del gran árbol, es decir, en los proyectos y operaciones de la cristiandad. Las aves representan al maligno, a las personas malignas, y los asuntos malignos, en pocas palabras, representan todo lo malo relacionado con el maligno. En la cristiandad de hoy hay muchas personas y asuntos malignos. La cristiandad se ha convertido en un gran árbol que no produce fruto, sino que se ha convertido en guarida de muchas cosas malignas.

  Cuando el Señor dio esta parábola, en realidad ésta fue una profecía, pero en la actualidad es un hecho histórico. Podemos ver el cumplimiento de la parábola en el Vaticano. Este es un país independiente formado por un acuerdo entre Mussolini y el Papa. Desde que se hizo el acuerdo, en adelante el Vaticano ha sostenido relaciones diplomáticas con varios países, e incluso intercambia embajadores con esos países. Este es otro indicio de que la cristiandad ha llegado a ser un gran árbol. Hoy existen aproximadamente ochocientos millones de católicos en el mundo, quizá una cuarta parte de la población total de la tierra, los cuales se encuentran bajo el sistema papal, bajo la autoridad del papa. Aunque el cristianismo se ha convertido en un gran árbol, en Lucas 12 el Señor Jesús llamó a Su iglesia “pequeño rebaño”. No debemos estar en el gran árbol; al contrario, debemos permanecer en el rebaño pequeño.

  Si uno visita el Vaticano, comprobará que es un enorme árbol, una guarida llena de aves. Esto mismo sucede en las iglesias católicas de los Estados Unidos y en las grandes denominaciones. En la Iglesia Católica y en las denominaciones es difícil encontrar granos de trigo o semillas de mostaza. En lugar de comida hay nidos de aves. Esta es la situación actual, la apariencia del reino de los cielos.

IV. LA CORRUPCION INTERNA DE LA APARIENCIA EXTERNA DEL REINO

A. La parábola de la levadura

  En la apariencia del reino encontramos tres asuntos: el cambio de naturaleza, la cizaña; el cambio de apariencia externa, la fachada, la higuera; y la corrupción interna, la levadura. Esto nos trae a la parábola de la levadura.

1. El reino de los cielos es comparado con la levadura

  El versículo 33 dice: “Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. En las Escrituras la levadura representa las cosas malignas (1 Co. 5:6, 8) y las doctrinas malignas (Mt. 16:6, 11-12).

2. Una mujer (la iglesia católica apóstata) toma y esconde la levadura en tres medidas de harina

  En el versículo 33 se dice que una mujer tomó la levadura y la escondió en tres medidas de harina. La iglesia, el reino práctico de los cielos, la cual tiene a Cristo, la flor de harina sin levadura, como su contenido, debe ser un pan sin levadura (1 Co. 5:7-8). Sin embargo, la Iglesia Católica, la cual fue establecida completa y oficialmente en el siglo sexto, y que está representada aquí por la mujer, adoptó muchas prácticas paganas, herejías y perversidades, y las mezcló con las enseñanzas acerca de Cristo, leudando así todo el contenido del cristianismo. Esta mezcla llegó a ser el contenido corrupto de la apariencia del reino de los cielos. Esta cuarta parábola corresponde a la cuarta iglesia de las siete mencionadas en Apocalipsis 2 y 3, la cual es la iglesia en Tiatira (Ap. 2:18-29). Así se conformó el contenido interior de la apariencia externa del reino de los cielos.

  La harina, con que se prepara la ofrenda de flor de harina (Lv. 2:1), representa a Cristo como alimento para Dios y para el hombre. Tres medidas es la cantidad que se requiere para preparar una comida completa (Gn. 18:6). Por lo tanto, que la levadura fuera escondida en tres medidas de harina, significa que la Iglesia Católica ha leudado completamente y de modo oculto todas las enseñanzas acerca de Cristo. Esta es la verdadera condición de la Iglesia Católica Romana. Leudar así la harina es absolutamente contrario a las Escrituras, las cuales prohíben terminantemente que se añada levadura a la ofrenda de flor harina (Lv. 2:4-5, 11).

  La parábola de la levadura revela el asunto de la mezcla. Las tres medidas de harina se refieren a la harina fina hecha de grano de trigo, la cual se usaba siempre para preparar la ofrenda de flor de harina, la comida de los sacerdotes de Dios. Aquellos que servían a Dios como sacerdotes se alimentaban de la harina fina de la ofrenda de flor de harina. Esta ofrenda no era sólo para la satisfacción de los sacerdotes de Dios, sino también para la satisfacción de Dios mismo. Así que, la ofrenda de flor de harina era el alimento tanto para los sacerdotes como para Dios. Esta ofrenda tipifica plenamente a Cristo en Su humanidad, pues la harina fina representa a Cristo. Cuando el Señor se apareció a Abraham, éste le pidió a su esposa, Sara, que preparase una comida completa con tres medidas de harina fina. De aquí que, en la Biblia las tres medidas denotan una comida completa. El hecho de que las tres medidas de harina fueran leudadas por la mujer indica que todo lo que se relaciona con Cristo ha sido leudado por esta maligna mujer.

  La mujer que se menciona en Mateo 13 es la Jezabel que aparece en el segundo capítulo de Apocalipsis. Conforme al relato histórico, Tiatira representa la Iglesia Romana apóstata, la cual no sólo es la mujer que se menciona en Mateo 13, sino también la Jezabel que aparece en Apocalipsis 2. Finalmente, esta maligna mujer será la gran prostituta que vemos en Apocalipsis 17, llamada Babilonia la Grande. De manera que la mujer que vemos en Mateo 13, en Apocalipsis 2 y en Apocalipsis 17 es la Iglesia Católica apóstata. Después del establecimiento del sistema papal, las muchas prácticas paganas que habían sido introducidas [en la iglesia] fueron confirmadas por dicho sistema. Esto se afirma en el libro de Alexander Hislop, cuyo título es: The Two Babylons [Las dos Babilonias].

3. Toda la masa (la cristiandad) fue leudada

  Conforme a Mateo 13:33 “todo fue leudado”. Toda la masa, la cual indica el cristianismo, ha sido leudado y corrompido. El autor de The Two Babylons , un libro escrito para exponer la levadura del catolicismo romano, se llamaba por el título “reverendo”, lo cual indica que él mismo no estaba completamente libre de levadura. Al leer la historia del cristianismo uno se dará cuenta de que todo lo relacionado con él ha sido leudado. Por ejemplo, en el Vaticano hay una pintura supuestamente de la Trinidad. Entre el retrato del hombre viejo que representa al Padre y el del hombre joven que representa al Hijo, se encuentra una mujer joven, llamada la madre de Dios. Encima de estos tres está una paloma, la cual simboliza al Espíritu Santo. Conforme a esta pintura, María se ubica en el mismo nivel de la deidad, y la Trinidad se convierte en cuaternidad. ¡Cuán leudado está esto!

  La Iglesia Católica Romana ha leudado todo lo relacionado con Cristo. Ellos tienen a Cristo, la harina, pero han agregado levadura a la harina. Ellos también tienen la copa de oro, pero ésta se encuentra llena de abominaciones (Ap. 17:4). No hay duda de que la Iglesia Católica tiene cierta cantidad de cosas divinas en ella, representadas por la copa de oro, pero están mezcladas con abominaciones y con toda clase de asuntos diabólicos. Esta es la situación en la cristiandad de hoy. Sin excepción, todo lo que se halla en el cristianismo es una mezcla. Consideremos el movimiento carismático el cual ha sido introducido al catolicismo e incluso mezclado con la adoración a María. Muchos católicos carismáticos creen ser espirituales aunque siguen manteniendo la adoración a María. La Iglesia Católica Romana también practica las llamadas misas carismáticas.

  Todo lo que no es del Espíritu o de Cristo es levadura. La levadura es algo que se añade para hacer las cosas fáciles de comer. Sin levadura el pan sería duro y difícil de comer y digerir. La Iglesia Católica utiliza esto como un pretexto para usar de la levadura. Ellos dicen que debemos hacer que la gente lo encuentre fácil recibir a Cristo. La Iglesia Católica declara que Cristo es misterioso, espiritual y abstracto, y que por eso la gente necesita imágenes de El para percibirle. A nuestro ser natural le gusta utilizar ciertos métodos para lograr que las cosas espirituales sean fáciles de asimilar. La Biblia lo llama levadura, y nosotros debemos tener cuidado de ella. Debemos ser completamente limpiados de ella.

  No únicamente la Iglesia Católica ha recibido la levadura, sino que también las denominaciones protestantes y los grupos libres lo han hecho. La música rock y las obras teatrales son tipos de levadura utilizados para hacer las cosas espirituales más fáciles de aceptar. Cuando yo estaba en la China supe de unos jóvenes en cierta organización que mezclaban el baloncesto con la predicación del evangelio. Hacer esto es también levadura. Dudo que muchos hayan sido realmente salvos de esta manera. El principio de la Y.M.C.A. es totalmente levadura, pues la meta de ellos es bajar la norma celestial al nivel terrenal, y traer el evangelio a la sociedad secular de una manera mundana. Muchas cosas del cristianismo son levadura, incluyendo la Navidad, Semana Santa, los ídolos, los cuadros e imágenes, la música rock, las obras teatrales y el mismo sistema Y.M.C.A. Debemos ser cuidadosos de no tener ninguna otra cosa aparte de Cristo para el propósito de Dios, porque cualquier otra cosa es levadura. ¡Oh, el sutil anda rondando cerca esperando a su presa! Podemos llegar a ser una presa fácil para él, porque en nuestra naturaleza humana se halla el deseo de hacer que la gente lo encuentre fácil experimentar las cosas espirituales. Sin embargo, cualquier cosa que usted utilice para ayudar a la gente a tocar las cosas espirituales es un tipo de levadura. La manera pura y santa de predicar el evangelio y traer a la gente a Cristo es la oración y el ministerio de la Palabra. No siga ningún otro camino. Si después de que usted ora y ministra la Palabra, la gente no está dispuesta a recibir el evangelio, sepa que eso depende del Señor. Si la gente recibe o no nuestra palabra es algo que depende de la voluntad del Padre. No debemos usar ningún truco para ayudar a nuestra predicación. Todo truco es levadura. No nos interesa ninguna obra o movimiento, sino el testimonio de Jesús.

  La apariencia del reino de los cielos incluye tres asuntos: la cizaña, el cambio de naturaleza de los constituyentes del reino; el gran árbol, la apariencia; y la levadura, la corrupción interna. Podemos aplicar este cuadro al cristianismo de hoy. En el cristianismo podemos ver la cizaña, el desarrollo anormal, y la corrupción causada por la levadura. Casi en todo el cristianismo de hoy hay corrupción. Aunque hay cierta cantidad de verdad, ésta se encuentra mezclada con la levadura. En lugar de pureza encontramos mezcla. Los opositores que nos critican pretendiendo defender la verdad, primero deberían resolver todas estas cosas. ¡Gloria al Señor porque nosotros fuimos llamados a salir de la apariencia y a abstenernos de la levadura! No obstante, debemos estar alerta para no permitir que otra clase de levadura se introduzca, y tener cuidado de no tomar ninguna otra cosa que no sea Cristo. La única manera de llevar a cabo la edificación de la iglesia y el esparcimiento del testimonio del Señor es orar y ministrar la Palabra pura. Todo truco y cualquier cosa aparte de Cristo, la Palabra, la oración y el Espíritu, es levadura ante los ojos de Dios. Debemos orar hasta que nuestra predicación tenga el poder del Espíritu, y hasta que nuestra experiencia esté llena de las riquezas de Cristo. Esta es la harina pura como el alimento para Dios y el hombre. Esto es lo que el Señor quiere lograr hoy.

  Yo creo que la razón por la que el Señor dio todas estas parábolas que muestran los misterios del reino, fue para ayudar a los apóstoles y a los primeros discípulos a entender que éste es el reino de los cielos. Debemos ver la diferencia entre la realidad del reino y su apariencia. La realidad Dios la estima mucho, pero la apariencia le es aborrecible. Por lo tanto, debemos valuar la realidad y rechazar la apariencia. Rechazamos la cizaña, el gran árbol y la corrupción. Nos interesa la harina pura de trigo y la pequeña hierba de mostaza que son buenas para comer. Este es el testimonio de la iglesia, el cual es alimento para Dios y para el hombre. Los que tienen hambre por el Señor y que le buscan con todo su corazón no encontrarán el alimento puro que les proporcionarán satisfacción espiritual sino hasta que entren al recobro del Señor. Muchos de nosotros podemos dar testimonio de que por mucho años teníamos hambre, pero que cuando entramos a la iglesia fuimos satisfechos. Nuestro espíritu nos aseguró de que aquí en la iglesia hay alimento. Aquí no hay trucos ni levadura sino harina fina y hierba de mostaza. Esto es el recobro del Señor, y ésta es la mesa de comedor. Este es el testimonio del Señor en el cual no hay cizaña, desarrollo anormal del árbol, ni levadura.

B. El Rey celestial sólo habla a las multitudes en parábolas

  El versículo 34 dice: “Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y sin parábolas no les hablaba nada”. Debido a que la gente le había rechazado al Rey celestial, El no les habló con palabras claras, sino en parábolas, para esconder de ellos el secreto del reino. La revelación del reino vino a ser un misterio para ellos.

  Lo que el Rey celestial hizo fue el cumplimiento de la profecía que dice: “Abriré mi boca en parábolas” (Sal. 78:2). Al hacer esto, El declaró cosas escondidas desde la fundación del mundo. La gente del reino fue escogida por Dios desde antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4), pero los misterios del reino estaban escondidos desde el tiempo de la fundación del mundo. Las cosas escondidas son las cosas relacionadas con el reino. Estas fueron expresadas por el Rey celestial, pero en parábolas para que continúen siendo un misterio para la gente.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración