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Mensajes del libro «Estudio-Vida de Zacarías»
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Mensaje 13

LAS PROFECÍAS DE ALIENTO

(5)

  Lectura bíblica: Zac. 12:10-14; 13:1-9

  En el mensaje anterior vimos el destino de Israel en la gran guerra de Armagedón. En este mensaje consideraremos la profecía de aliento con respecto a la salvación de toda la casa de Israel.

B. En la salvación de toda su casa

1. Ha acontecido a Israel endurecimiento en parte

  Romanos 11:25b dice que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, el cual durará hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. En el presente, tal parece que Dios ha abandonado a Israel, e Israel en cierto modo se ha endurecido. Este endurecimiento permanecerá hasta que se cumpla la era de los gentiles.

2. Todo Israel será salvo

  Cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, todo Israel será salvo (Ro. 11:26-27). Esto será la salvación de toda la casa de Israel. En el mismo día y al mismo tiempo, miles de israelitas serán salvos.

3. Posiblemente esto ocurra cuando la gran guerra de Armagedón esté por finalizar

  Posiblemente la salvación de toda la casa de Israel ocurrirá cuando la gran guerra de Armagedón esté por finalizar (cfr. Zac. 14:2-3). Al final de la guerra de Armagedón, Cristo vendrá a la tierra, y el remanente de Israel mirará a Aquel a quien ellos han traspasado, se arrepentirán y plañirán, y creerán en Cristo y le recibirán (Ap. 1:7; Zac. 12:10). De este modo, todo Israel será salvo. En esto consistirá la salvación de toda la casa de Israel efectuada por Dios.

4. Jehová Dios derrama sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el Espíritu de gracia y súplica

  Zacarías 12:10a dice: “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el Espíritu de gracia y de súplicas; y me mirarán a Mí, a quien ellos han traspasado”. En Hechos 2 Dios derramó Su Espíritu sobre toda carne (v. 17), y tres mil fueron salvos. Pero cuando Dios derrame el Espíritu de gracia sobre los habitantes de Jerusalén, muchos millares de Israel, incluso todo el linaje de Israel, será salvo.

  La expresión el Espíritu de gracia mencionada en Zacarías 12:10 es una expresión tierna y se halla en contraste con el Espíritu de poder en Hechos 1:8 y 2:1-4. Debemos experimentar al Espíritu como el Espíritu de poder y también como el Espíritu de gracia. El Espíritu de poder tiene por finalidad fortalecernos, pero el Espíritu de gracia tiene por finalidad introducirnos en el disfrute del Dios Triuno. En Hechos 2, los creyentes fueron partícipes del poder divino mediante el Espíritu Santo, pero no hubo mucho disfrute del Dios Triuno por parte de ellos. En Hechos 2, al inicio de la era de la gracia, la era de la iglesia, el Espíritu era principalmente el Espíritu de poder. Pero en Zacarías 12, al final, en la consumación, de la era de gracia, el Espíritu será principalmente el Espíritu de gracia a fin de que el Dios Triuno sea disfrutado.

  Para cuando el Señor se manifieste por segunda vez, el remanente de Israel habrá pasado por todo tipo de tribulación. Ellos sufrieron la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. y fueron dispersos por otros países. En estos otros países, ellos siguieron padeciendo persecución. Hoy en día, la mayoría de los judíos siguen dispersos, pero muchos están regresando a la nación de Israel. En el tiempo del anticristo, dos tercios de la población en la tierra de Israel será aniquilada (13:8-9a). La mitad de la ciudad de Jerusalén irá en cautiverio (14:2); la otra mitad habrá perdido todo interés en seguir viviendo así como todo deseo de acumular bienes y obtener posiciones elevadas. Ellos comprenderán que están carentes de Dios y ejercitarán su espíritu humano, no su mente (12:1). En aquel momento se arrepentirán, pues habrán perdido interés en todo. El Espíritu Santo será derramado sobre ellos, y ellos seguirán su espíritu a fin de ocuparse plenamente en Dios. Creo que debido a que ellos habrán aprendido que todo aparte de Dios es vanidad y debido a que ejercitarán su espíritu, el derramamiento del Espíritu Santo se intensificará sobre ellos. Los judíos presentes el día de Pentecostés eran obstinados y se habían endurecido; por tanto, el Espíritu de poder fue derramado para inspirar a algunos de ellos a arrepentirse. Pero los habitantes de Jerusalén mencionados en Zacarías 12:10 ya se habrán arrepentido; por tanto, el Espíritu de gracia será derramado sobre ellos a fin de que puedan recibir al Dios Triuno como su disfrute.

  Zacarías 12:10a también nos dice que los judíos mirarán a Aquel que ellos han traspasado. Esto significa que mirarán al Cristo que ellos traspasaron. Apocalipsis 1:7a se refiere a esto: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron”. Que Cristo fuese traspasado es el fundamento de la redención. Si Cristo no hubiese sido traspasado, no habría base para nuestra redención.

  Los judíos arrepentidos mirarán a Aquel que ellos traspasaron. Aunque fueron sus antepasados los que traspasaron al Señor Jesús, Dios lo considera como algo hecho por éstos que se arrepienten. La razón es que a los ojos de Dios, todo el pueblo de Israel es una sola persona.

a. Plañen por Él con plañidos y lloran amargamente por Él con llanto amargo

  Zacarías 12:10b continúa diciendo: “Plañirán por Él como se plañe por un hijo único, y llorarán amargamente por Él como se llora por un hijo primogénito”. El hijo único es lo más querido para los padres, y el hijo primogénito posee honor entre los demás hijos. El Israel arrepentido plañirá por el Cristo que es el Hijo único de Dios y llorará amargamente por Aquel que es el Hijo primogénito de Dios.

  En el Nuevo Testamento Cristo es revelado primero como el Hijo unigénito de Dios y luego como el Hijo primogénito de Dios. Juan 1:18 dice que el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, ha dado a conocer al Padre. Juan 3:16 dice que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito. Mediante Su muerte y resurrección, el Hijo unigénito llegó a ser el Hijo primogénito (Ro. 8:29; He. 1:6a). Conforme al Nuevo Testamento, que Cristo sea el Hijo unigénito tiene por finalidad que seamos redimidos y recibamos vida eterna. Que Cristo llegase a ser el Hijo primogénito mediante Su muerte y resurrección tiene por finalidad que seamos hechos hijos de Dios en calidad de herederos aptos para heredar todo cuanto Dios es, o sea, que recibamos todas las riquezas del Dios Triuno, participemos de ellas y las disfrutemos. Al arrepentirse, Israel reconocerá a Cristo como Hijo unigénito de Dios y como Hijo primogénito de Dios. Ellos comprenderán que Cristo, el Hijo unigénito, los ha redimido y les ha traído la vida eterna, y que Cristo, el Hijo primogénito, los ha hecho herederos para que hereden las riquezas del Dios Triuno a manera de disfrute.

b. Hay gran llanto en Jerusalén

  En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén. La tierra plañirá, cada familia aparte: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de los simeítas por su lado, y sus mujeres aparte; y todas las familias que quedan, toda la casa de Israel (Zac. 12:11-14). Aquí Zacarías se vale, a manera de ilustración, de tres clases de familias: la familia real, que es la familia de David (David y Natán), la familia sacerdotal (Leví) y la familia de un hombre malvado (Simei, quien maldijo a David). Todos los que miren a Cristo, Aquel que fue traspasado, con espíritu arrepentido, plañirán por Él.

5. La provisión divina y preparación soberana para la salvación de toda la casa de Israel

  Ahora llegamos a Zacarías 13, un capítulo que trata sobre la provisión divina y preparación soberana para la salvación de toda la casa de Israel.

a. La provisión divina de un Redentor con Su redención

  Esta provisión divina incluye un Redentor con Su redención (vs. 1-7a).

1) Dios provee una fuente abierta

  Dios ha provisto para la casa de David y los habitantes de Jerusalén una fuente abierta (el costado traspasado de Cristo, Jn. 19:34, 37) por el pecado y por la impureza: “En aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, por el pecado y por la impureza” (Zac. 13:1). Al ser traspasado Cristo, fue abierta una fuente; esto tiene que ver con la redención.

2) Dios elimina los nombres de los ídolos y hace que se marchen de la tierra los profetas y el espíritu inmundo

  Dios eliminará los nombres de los ídolos y hará que se marchen de la tierra los profetas y el espíritu inmundo (vs. 2-4). Él exterminará todas estas cosas negativas para que el pueblo de Israel sea vaciado a fin de que reciba a Cristo.

3) Cristo vino para ser el verdadero Profeta pero fue rechazado y herido en Su costado en la casa de Israel, Sus parientes en la carne

  Cristo vino para ser el Profeta verdadero (Mt. 13:57), pero fue rechazado y herido en Su costado en la casa de Israel, conformado por Sus parientes en la carne (Zac. 13:5-6; 12:10). Esta herida se convirtió en la base de la redención de ellos, redención que Cristo logró para ellos en Su muerte (Jn. 19:34, 37; Ap. 1:7).

  Zacarías 13:5 dice: “Pero Él dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra; porque un hombre me vendió en Mi juventud”. Los versículos del 2 al 4 hablan de que Dios hará que los falsos profetas desaparezcan de esa tierra. Esto despeja el camino para que Cristo venga como el Profeta verdadero. Sin embargo, según el versículo 5, Él dijo que no era un profeta, sino un labrador de la tierra. Esto significa que Él no era la clase de profeta mencionado en los versículos previos, o sea, un falso profeta. Él vino como el verdadero Profeta.

  El versículo 6 continúa diciendo: “Y alguien le dirá: ¿Qué heridas son éstas entre Tus brazos? Y Él dirá: Son aquellas con que fui herido en casa de los que me aman”. En este versículo, la expresión los que me aman se refiere a los parientes de Cristo, los hijos de Israel. Los hijos de Israel mataron a Cristo; mas Él consideró sus acciones como heridas infligidas por aquellos que le aman. Esto es algo muy tierno.

4) Cristo, el Compañero de Jehová, viene a los hijos de Israel como Pastor enviado por Dios, pero es atacado por ellos hasta ser muerto

  Cristo, el Compañero de Jehová, vino a los hijos de Israel como Pastor enviado por Dios, pero fue atacado por ellos hasta ser muerto (v. 7a; Mt. 9:36; Jn. 10:11; Mt. 26:31; Hch. 2:23). Zacarías 13:7a dice: “Despierta, oh espada, contra Mi Pastor, / y contra el hombre que es Compañero Mío, / declara Jehová de los ejércitos. / Hiere al Pastor, / para que se dispersen las ovejas”. Cristo era un pariente de los hijos de Israel y el Compañero de Jehová. Mientras Él estaba colgado en la cruz, Sus parientes le hirieron, y Dios hizo venir la espada para darle muerte. Cristo se hallaba en una situación en la que Sus parientes estaban contra Él, y Dios, cuyo compañero era Cristo, también estaba contra Él.

  Lo dicho en el versículo 7a respecto a herir al Pastor es citado por el Señor Jesús en Mateo 26:31. Herir al Pastor significa atacar al Pastor. Inmediatamente después de que el Señor Jesús estableciera la mesa, le dijo a Sus discípulos que sería atacado y que ellos, las ovejas, serían dispersados.

b. La preparación soberana de un pueblo que reciba al Redentor con Su redención

  En Zacarías 13:7b-9 vemos que Dios, en ejercicio de Su soberanía, preparó un pueblo para recibir al Redentor con Su salvación. En la salvación que Dios efectúa para la casa de Israel, Él no sólo ha provisto la redención, sino que también ha preparado un pueblo que reciba dicha redención. Igualmente, Dios nos preparó incluso antes de que naciéramos para ser aquellos que recibiesen Su salvación.

1) Dios reacciona ante el rechazo que Cristo sufre por parte de los hijos de Israel y hace volver Su mano contra ellos, los pequeñitos

  El versículo 7b dice: “Y haré volver Mi mano sobre los pequeñitos”. Aquí los pequeñitos se refiere al pueblo de Israel. Esto indica que en Su preparación, Dios reaccionó ante el rechazo que Cristo sufrió por parte de los hijos de Israel e hizo volver Su mano en contra de ellos, los pequeñitos, al castigarlos a través del príncipe romano Tito y su ejército en el año 70 d. C. y esparcirlos entre las naciones donde serían menospreciados, humillados, perseguidos y destruidos a lo largo de la era de gracia hasta el día de hoy (Mt. 21:41a; 23:38; 24:2).

2) En la gran tribulación, dos tercios del pueblo será exterminado por el anticristo

  En la gran tribulación, cuando la era presente llegue a su consumación, en toda la tierra de Israel dos tercios del pueblo será exterminado por el anticristo en su persecución de los judíos (Zac. 13:8a; Ap. 11:2; 13:7).

3) Un tercio del remanente será dejado en la tierra de Israel

  Un tercio del remanente será dejado en la tierra de Israel, el cual será metido en el fuego, será refinado como se refina la plata y será probado como se prueba el oro mediante la persecución del anticristo (Zac. 13:8b-9a). Éstos serán quienes estarán inscritos en el libro a manera de registro secreto (Dn. 12:1b).

4) Ellos invocarán el nombre del Señor, y el Señor les responderá

  Ellos invocarán el nombre del Señor, y el Señor les responderá. El Señor declarará que ellos son Su pueblo, y ellos declararán que el Señor es su Dios (Zac. 13:9b). Ellos serán salvos al ser introducidos en el disfrute de las riquezas del Dios Triuno, primero durante el milenio, para ser los sacerdotes que enseñen a las naciones, y después en la Nueva Jerusalén para participar, en la eternidad y por la eternidad, de todas las bendiciones dispuestas por Dios. En esto consiste la salvación de toda la casa de Israel.

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