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Mensajes del libro «Plan eterno de Dios, El»
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LA ORGANIZACION, LA META Y LOS METODOS DEL REINO DE SATANAS

  Lectura bíblica: Col. 1:13; Hch. 26:18; 2 Co. 2:11; Mt. 12:25-26

  Estos versículos nos muestran que Satanás tiene un reino, que tiene autoridad y que es muy engañoso. En Colosenses 1:13 y Hechos 26:18 se presentan específicamente el reino y la autoridad. Muchos creyentes son engañados porque desconocen las artimañas del enemigo. El Señor sabe que Satanás tiene un reino; por eso cuando habla de un reino dividido contra sí mismo en Mateo 12, se refiere a ese reino. En esta ocasión quisiéramos hablar de la forma en que está organizado el reino de Satanás, de la meta de su reino y de los métodos que él emplea para alcanzar su objetivo.

LA ORGANIZACION DEL REINO DE SATANAS

  La organización del reino de Satanás tiene dos aspectos: uno espiritual y otro físico. Para edificar su reino, él usa materiales espirituales y físicos. En el aspecto espiritual, usa a los ángeles corruptos y a los demonios, es decir, a los espíritus malignos o inmundos; y en el físico, usa al hombre.

Materiales espirituales

Satanás mismo: Apocalipsis 12:9

  El término hebreo que se traduce Satanás aparece treinta y cinco veces En el Antiguo Testamento, y su equivalente en el griego aparece treinta y ocho veces en el Nuevo Testamento. También hay otros nombres bíblicos asociados con Satanás, a saber:

  (1) El dragón (Ap. 12:3-4, 9), quien engaña a todo el mundo. Se le llama “el tentador” en 1 Tesalonicenses 3:5. Tiene siete cabezas y diez cuernos, y es muy poderoso.

  (2) La serpiente (Gn. 3:1-15), la cual seduce e incita al hombre para que peque y caiga.

  (3) El diablo (Ap. 12:9), término que significa “acusador” o “calumniador”. El nos acusa delante de Dios y nos calumnia delante de los hombres.

  (4) Satanás (Ap. 12:9), que significa “adversario”, se opone a Dios y se rebela contra El.

  (5) Apolión (Ap. 9:11). El significado de la palabra Apolión es “destructor”. El es un enemigo cruel y pérfido.

  (6) Beelzebú (Mt. 12:24), cuyo significado es “señor de las moscas”, atormenta y perturba al hombre.

Los ángeles corruptos (Mateo 25:41)

  En Apocalipsis 12:4 se nos dice que una tercera parte de los ángeles cayó y se unió a la rebelión de Satanás contra Dios. Junto con ellos, Satanás organizó el reino de tinieblas. Estos son “los gobernadores del mundo de estas tinieblas” a quienes se refiere Efesios 6:12, y los principados y potestades de Colosenses 2:15.

  En Salmos 82:1 también se hace referencia a estos ángeles cuando mencionan “la reunión de los dioses” y los “dioses”. Ellos fueron enviados por Satanás para gobernar en el mundo y atormentar a los hombres. En los versículos del 1 al 4, Dios los reprendió por sus injusticias, y en el versículo 5 se nos dice que ellos no prestaron atención. Los versículos del 6 al 7 hablan del juicio y castigo que Dios les infligirá, y el versículo 8 es la oración del salmista.

  Daniel 10:13-21 menciona a dos príncipes perversos, los cuales son ángeles que gobiernan, es decir, son los principados y potestades que están bajo el mando de Satanás. Este pasaje revela que detrás de cada nación hay un ángel que manipula la política encubiertamente de parte de Satanás.

Los demonios

  La cantidad de demonios que hay es incontable. Estos no se encuentran en el aire, sino en la tierra, y les gusta adherirse principalmente a los hombres, a los cerdos y a los ídolos (Mt. 12:43-45; Lc. 8:33; 1 Co. 10:20). A ellos les agrada morar en el cuerpo humano. Estos seres probablemente habitaban en el mundo que existió anteriormente porque: (1) son diferentes a los ángeles (Hch. 23:9), (2) a los espíritus de los muertos (Job 7:9) y (3) son espíritus que fueron separados de sus cuerpos (Mt. 8:16; Lc. 10:17, 20; Mt. 17:18; Mr. 9:25). Estos están clasificados según las naciones del mundo, y cada uno tiene su propio territorio. Las fronteras geográficas los limitan (Lc. 8:31).

  El reino de Satanás está bien organizado. La multitud de sus mensajeros mantienen una estricta vigilancia sobre todas las actividades del hombre. Es por esto que tenemos que echar fuera los demonios y resistir sus ataques por medio de la oración. Debido a que los demonios se convirtieron en espíritus incorpóreos (sus cuerpos fueron destruidos), cuando toman posesión del cuerpo humano, el hombre:

  (1) se encorva y no se puede enderezar (Lc. 13:11).

  (2) queda mudo (Mt. 9:33).

  (3) pierde la razón (Mt. 8:28).

  (4) adora ídolos (1 Co. 10:20-21; Ap. 9:20; 2 Cr. 11:15; Lv. 17:7; Dt. 32:17).

  Una persona puede ser poseída por más de un demonio (Mr. 16:9), pero un demonio únicamente puede morar en un cuerpo humano a la vez. Los ángeles malignos son los gobernadores de este siglo, mientras que los demonios atan al hombre, lo atormentan, lo llevan a la locura y los inducen a adorar ídolos. Cuando los demonios se unen a los ídolos, incitan a los hombres a que los adoren, y los privan así de adorar al Dios verdadero.

Materiales físicos

  En 1 Juan 5:19 dice: “El mundo entero yace en poder del maligno”. Satanás es el príncipe de este mundo, y el mundo entero, incluyendo al hombre, se encuentra bajo su dominio. Para causarles daño a hombres comunes, él sólo necesita soltar a los demonios; pero ante hombres piadosos como Daniel, quienes son absolutamente uno con Dios, el enemigo necesita llamar a los príncipes. Por supuesto, Dios también envía ángeles para proteger a dichos hombres.

LA META DEL REINO DE SATANAS

  El reino de Satanás, organizado hasta el último detalle, con sus numerosos mensajeros, tiene el único propósito de lograr una meta maligna que consta de las cuatro cosas que Satanás desea:

  (1) En la eternidad deseaba ser el Altísimo (Is. 14:14).

  (2) En el huerto de Edén quería ser como Dios (Gn. 3:5).

  (3) En el desierto deseaba ser adorado (Lc. 4:7).

  (4) En el templo querrá ser Dios (2 Ts. 2:4).

  La meta constante de Satanás es llegar a ser Dios y ser adorado como tal. A fin de lograr esto, estableció un reino extremadamente organizado. Por una parte, él controla todos los materiales que contiene dicho reino; y por otra, procura edificarlo en la tierra. El sabe bien que Dios establecerá Su reino en la tierra, y por eso ha tratado de adelantarse para establecer el suyo. Génesis 6 revela la forma en que Satanás corrompió a los hombres que Dios había creado. En Génesis 11 instigó a los hombres a que se unieran en rebelión contra Dios. Estos construyeron la torre de Babel procurando hacerse un nombre para sí mismos. En Egipto, Satanás usó a Faraón para perseguir a los israelitas (Ex. 1:8-22). La gran imagen descrita en Daniel 2:31-43 representa los reinos de esta tierra, los cuales fueron establecidos por Satanás. Estos reinos exaltan a los hombres, se rebelan contra Dios y se oponen a Su reino, el cual, en aquella época, era Israel.

LOS METODOS USADOS EN EL REINO DE SATANAS

Cómo opera en el mundo

  (1) Ciega las mentes de los hombres (2 Co. 4:4).

  (2) Roba la adoración de los hombres (Ap. 13:12).

  (3) Arrebata la palabra de Dios que los hombres han escuchado para que olviden lo que oyeron (Mt. 13:19).

  (4) Produce imitaciones, tales como la religión y las reglas morales (1 Ti. 4:1-3).

  Satanás sabe que Dios aborrece la carne. Así que él finge odiarla; así que induce a los hombres a abstenerse de comer carne y de casarse. El también se apodera del corazón de los hombres promoviendo la cultura y la ciencia, creando confusión para convencer a los hombres de que son ineptos y creando una paz ficticia para encubrir sus tinieblas.

Cómo opera en la iglesia

  (1) Persigue y amenaza (Ap. 2:10; Hch. 5:28).

  (2) Ataca el cuerpo de los creyentes (2 Co. 12:7).

  (3) Falsifica, calumnia y miente (2 Co. 11:13-15; Ap. 2:9; 3:9).

  (4) Ocupa el corazón de los hombres y lo hace codicioso (Hch. 5:3). Esto nos muestra que no es fácil separar a Satanás del dinero.

  Todos debemos estar alerta ante las obras de Satanás. Cuando algo nos sucede, no debemos preguntarnos qué es, sino de dónde proviene. No importa si el asunto es bueno o malo, sino el origen. Todo lo que Satanás hace tiene como fin acrecentar su poder, su reino y su autoridad. El hace todo lo posible por oponerse a Dios. El agota todas sus tácticas y emplea todos sus mensajeros a fin de lograr una cosa: apoderarse de los hombres. Pero a quien más teme él es a las personas que hacen la voluntad de Dios. En la actualidad, la meta de Dios es obtener a los hombres a fin de que destruyan todas las obras de Satanás; mientras que la voluntad de Satanás, es poner a los hombres de su lado para que se opongan a la voluntad de Dios. Esta es una guerra entre dos tronos. Dios desea que los hombres destruyan la voluntad de Satanás, mientras que Satanás desea hombres que destruyan la voluntad de Dios. Que el Señor nos muestre claramente el reino de Satanás, su organización y sus maquinaciones perversas. Quiera Dios hacer de nosotros personas que amen solamente Su voluntad para que podamos poner fin a Satanás, Su adversario.

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