Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Nuevo Testamento
AT
-
Navega rápidamente por los libros de vida del Antiguo Testamento
С
-
Mensajes del libro «Revelación crucial de la vida hallada en las Escrituras, La»
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16
Чтения
Marcadores
Mis lecturas

CAPITULO ONCE

EL ESPIRITU DE VIDA

(1)

  Lectura bíblica: Jn. 6:63a, c; 2 Co. 3:6c; 1 Co. 15:45b; Ro. 8:2a; Jn. 3:5-6b; 4:24; Mt. 28:18-19

EL ESPIRITU QUE DA VIDA

  Ya hablamos del árbol de la vida, el río de la vida, el aliento de vida y la semilla de la vida. En este capítulo llegamos al último punto, el más elevado: el Espíritu de vida. Hay tres pasajes en el Nuevo Testamento donde al Espíritu se le llama el Espíritu que da vida. Juan 6:63 nos dice que el Espíritu es el que da vida. En 2 Corintios 3:6 dice que la letra mata pero el Espíritu da vida. Finalmente, 1 Corintios 15:45 declara que el postrer Adán llegó a ser Espíritu vivificante. Uno de los principios de la Biblia es que dos es el número del testimonio. Hablar algo la tercera vez es una confirmación de lo que ha sido testificado. Lo que se habla tres veces es algo pronunciado de manera completa. El Nuevo Testamento dice que el Espíritu da vida, lo testifica y también lo confirma. El Espíritu Santo de Dios es el Espíritu vivificante, el Espíritu que da vida.

  La expresión “el Espíritu de vida” se menciona sólo una vez en el Nuevo Testamento: Romanos 8:2 se refiere a la “ley del Espíritu de vida ... en Cristo Jesús”. En este versículo hay cuatro puntos: la ley, el Espíritu, la vida y Cristo. La ley es la ley de la vida, el Espíritu es el Espíritu de vida, y Cristo es el Cristo de vida. La ley, el Espíritu y Cristo están relacionados el uno con el otro, y son uno en la vida. Cristo es el Espíritu vivificante, y este Espíritu es el Espíritu de vida. Apocalipsis 11:11 nos dice que el pneúma de vida, el aliento de vida, entra en los dos testigos, quienes fueron asesinados por el anticristo. Esto nos muestra que el Espíritu de vida es simplemente el aliento de vida.

  Es muy difícil definir lo que es la vida, pero damos gracias al Señor porque en la Biblia podemos trazar un cuadro de lo que es la vida divina. La vida divina se encuentra en el Espíritu de Dios. El Espíritu de Dios hoy es el Espíritu vivificante, el Espíritu de vida; y este Espíritu de vida es el aliento de vida. Si tenemos el aliento de vida, tenemos al Espíritu de vida y la vida misma. Nos es fácil recibir la vida porque esta vida está en el aliento divino. Simplemente necesitamos inhalar el aliento divino ejercitando nuestro espíritu, el órgano con el cual respiramos.

CUATRO ASPECTOS DEL ESPIRITU DIVINO

Dios es Espíritu

  Según la revelación del Nuevo Testamento, el Espíritu divino tiene al menos cuatro aspectos cruciales. Primero, el Nuevo Testamento dice claramente que Dios es Espíritu (Jn. 4:24). Juan 4:24 no dice que Dios es un Espíritu, sino que Dios es Espíritu, lo cual es semejante a decir que una mesa es de madera. En Juan 4:24 “Espíritu” se refiere a la esencia divina, así como la madera puede ser la esencia de una mesa.

El Espíritu es la aplicación del Dios Triuno

  En segundo lugar, la Biblia nos relata un misterio, el cual nunca podemos entender adecuadamente, es decir, que nuestro Dios es el Dios Triuno. En la Biblia no se encuentra la palabra triuno, pero el hecho de que Dios sea triuno sí se revela en la Biblia. En Génesis 1:1 la palabra traducida “Dios” se usa por primera vez. El sujeto “Dios” en el hebreo (Elohim) es plural, mientras que el verbo de este versículo es singular, lo cual indica que Dios es tres-uno. Mateo 28:19 nos dice que hagamos discípulos a las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Este versículo usa el sustantivo “nombre” en singular y no “nombres”. La Trinidad Divina tiene un solo nombre, el cual es la totalidad del Ser divino y equivale a Su persona.

  El Padre está en el Hijo, y el Hijo con el Padre está en el Espíritu. Las tres personas de la Deidad no son tres seres separados de la misma manera que el espíritu del hombre, su alma y su cuerpo no son tres partes separadas. Un hombre es un ser completo que tiene tres partes. Dios es triuno y el hombre es tripartito. Con respecto a Dios, hay tres personas, pero no debemos creer que estas tres personas son tres seres divinos separados. Algunos cristianos creen que los tres de la Deidad no son solamente distintos, sino que también están separados. Aunque los tres de la Deidad son distintos, según la verdad de las Escrituras es erróneo decir que están separados. El Padre, el Hijo y el Espíritu no son tres dioses separados. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, siempre se afirma que hay un solo Dios (Is. 45:5; Sal. 86:10; 1 Co. 8:4; 1 Ti. 2:5). La Biblia nos dice claramente que Dios es singularmente uno, pero que El es triuno, con tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Dios el Padre está en Dios el Hijo, y Dios el Hijo está en Dios el Espíritu. En Juan 14:10 el Señor dijo que El estaba en el Padre y el Padre en El. Además, Romanos 8:2 se refiere al Espíritu de vida que está en Cristo Jesús.

  Podemos decir también que el Padre es el Hijo y que el Hijo es el Espíritu. En Isaías 9:6 al Hijo se le llama el Padre eterno, y 2 Corintios 3:17 dice que el Señor es el Espíritu. Por un lado, el Padre está en el Hijo, y el Hijo está en el Espíritu. Por otro, el Padre es el Hijo, y el Hijo es el Espíritu.

  Los tres de la Deidad son distintos, pero al mismo tiempo son uno. Juan 1:1 dice que el Verbo estaba con Dios y que el Verbo era Dios. Por un lado, el Verbo y Dios son distintos, y por otro, son uno. En 2 Corintios 3:17 se afirma que el Señor es el Espíritu, pero también menciona el Espíritu del Señor. Por una parte, el Señor y el Espíritu son uno, pero por otra, son distintos.

  Ahora tenemos que preguntar por qué es necesario que Dios sea triuno. Para contestarlo debemos conocer toda la Biblia de manera adecuada. Dios necesita ser triuno porque El desea forjarse en nosotros, dispensarse en nosotros. Dispensación es un sustantivo derivado del verbo dispensar. La dispensación de Dios es Su plan de dispensarse en nosotros. La dispensación de Dios, Su economía, es dispensarse en nosotros, o sea, aplicarse a nosotros.

  Tomemos la electricidad como ejemplo del dispensar de Dios. La corriente de la electricidad y la electricidad misma no son dos cosas separadas. Son una sola. La corriente de electricidad es la electricidad misma en movimiento. Cuando la electricidad se mueve, cuando fluye, hay una corriente de electricidad. Necesitamos la corriente de la electricidad para poder aplicar la electricidad. Si nunca aplicáramos la electricidad, no sería necesario que tuviéramos la corriente de electricidad. Pero si queremos dispensar la electricidad en nuestros hogares, nos hace falta la corriente de la misma. La corriente de la electricidad es necesaria para la dispensación, la economía, de la electricidad.

  En el Nuevo Testamento, Jesús nos dijo que El, como Hijo, fue enviado por el Padre (Jn. 5:37; 8:18, 29). El hecho de que fuera enviado por el Padre indica que el Padre es el origen; de El fluyó el Hijo para estar entre la humanidad. Esto no significa que el Hijo y el Padre fueran dos seres divinos distintos en términos de Su substancia o esencia. En cuanto a Su sustancia, son un solo Ser divino. El Padre es la fuente, y el Hijo es la expresión del Padre. Pero el Hijo como expresión del Padre sólo podía venir a morar entre la humanidad. No podía entrar en el hombre. Por tanto, necesitamos al Espíritu. En Juan 14 el Señor Jesús indicó que necesitaba cambiar de forma, de la carne al Espíritu. El dio a entender que necesitaba pasar por la muerte y entrar en la resurrección para poder entrar en nosotros como el Espíritu, como el aliento (vs. 16-20). Después de Su muerte y Su resurrección, regresó como el aliento de vida. En la noche del día de resurrección, El llegó a los discípulos, sopló en ellos, y les dijo: “Recibid el Aliento Santo” (20:22, gr.). Como aliento, El entró en los discípulos, así que Dios fue dispensado en los seres humanos. Por ende, la Trinidad Divina es para la dispensación de Dios, o sea, para que Dios se dispense en nosotros.

  El Espíritu es la última persona de la dispensación de Dios y de la visitación de Dios. ¿Cómo podría entrar Dios en nosotros? ¿Cómo podría visitarnos? Viene a nosotros y nos visita como Espíritu. La electricidad entra en un cuarto como corriente. Si no hay corriente de electricidad, ésta no puede ser dispensada y aplicada al cuarto. La electricidad es aplicada a nosotros en la corriente. Por tanto, la corriente es la visitación de la electricidad. Del mismo modo, el Espíritu es la visitación de Dios, el dispensar de Dios, la aplicación de Dios. La tercera persona de la Deidad, quien es el Espíritu, es Dios aplicado a nosotros. Es necesario que Dios sea el Espíritu para poder aplicarse a nosotros. La esencia de Dios exige la aplicación de Dios. La esencia de cierta medicina exige que se ponga en forma de píldora para que sea dispensada en el paciente. La píldora es necesaria para aplicar la medicina. Asimismo, el Espíritu como la tercera persona de la Deidad es necesario para que la esencia de Dios sea aplicada, dispensada en nosotros.

El Espíritu vivificante

  Ahora queremos ver el tercer aspecto del Espíritu divino. El primer aspecto consiste en que Dios es Espíritu en cuanto a Su esencia, y el segundo aspecto consiste en que Dios en Su Trinidad es el Espíritu para aplicarse a nosotros. El tercer aspecto del Espíritu divino se puede ver en 1 Corintios 15:45, donde nos dice que el postrer Adán, quien era Cristo en la carne, llegó a ser Espíritu vivificante. El Redentor, el Salvador, quien pasó por la encarnación, el vivir humano, la crucifixión, la resurrección y la ascensión, llegó a ser Espíritu vivificante. El tercer aspecto del Espíritu divino es el aspecto de dar vida. La esencia tiene que ver con la aplicación, y la aplicación con dar vida. El Señor quiere aplicarse a nosotros para darnos vida.

La palabra es Espíritu

  El cuarto aspecto del Espíritu divino consiste en que las palabras que el Señor nos habla son espíritu (Jn. 6:63). Esto muestra que Sus palabras habladas son la corporificación del Espíritu vivificante. Dios es Espíritu, la tercera persona de la Deidad es Espíritu, Cristo fue hecho Espíritu vivificante, y la palabra divina es Espíritu. Este es un solo Espíritu en cuatro aspectos. El primer aspecto es la esencia, el segundo es la aplicación, el tercero tiene que ver con dar vida, y el cuarto es la palabra dada para alimentar. Juan 6 afirma que Cristo es el pan de vida que nos alimenta (vs. 35, 57). Necesitamos la esencia y la aplicación para que se nos dé la vida, lo cual depende principalmente de la alimentación. El Señor nos alimenta con El mismo como pan de vida. El Espíritu es viviente y verdadero pero también es abstracto, misterioso, intangible y difícil de comprender. Pero las palabras son sustanciales y concretas. El Espíritu es el que da vida, y hoy en día el Espíritu está corporificado en la palabra. El Espíritu hoy está consolidado en la palabra, la palabra viviente. “Palabras” en Juan 6:63 no es una traducción de la palabra griega lógos sino de réma, la cual significa la palabra para el momento, la cual es viviente y actual.

EL ESPIRITU TODO-INCLUSIVO, CUYO FIN ES DISPENSAR A DIOS EN NOSOTROS COMO VIDA Y SUMINISTRO DE VIDA

  Los cuatro aspectos del Espíritu divino que hemos visto tienen un solo propósito: dispensar a Dios en nosotros como vida y como suministro de vida. Hablando de la esencia de Dios, El mismo es Espíritu. En términos de la economía de Dios, la última persona de la Deidad es el Espíritu. Hablando de lo todo-inclusivo que es Cristo, El es el Espíritu. Finalmente, con respecto a lo práctico, las palabras que el Señor nos habla son el Espíritu cuyo propósito es darnos vida y alimentarnos con Dios mismo. Estos cuatro aspectos son como cuatro pasos que Dios da para dispensarse en nosotros como vida. El título “Espíritu de vida” incluye lo siguiente: a Dios como Espíritu, a la tercera persona de la trinidad de Dios, al Cristo todo-inclusivo y redentor junto con Su encarnación, vivir humano, crucifixión, resurrección y ascensión, y la palabra viva de Dios. Todo lo que Dios es para nosotros es el Espíritu todo-inclusivo, el cual es el Espíritu de vida. Este Espíritu nos da vida. Como ayuda para comprender lo todo-inclusivo que es el Espíritu de vida, le animo a usted que lea el librito titulado The All-inclusive Spirit of Christ [El Espíritu todo-inclusivo de Cristo] publicado por Living Stream Ministry.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración