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Mensajes del libro «Estudio-Vida de 2 Pedro»
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Mensaje 10

EL GOBIERNO DIVINO

(2)

  Lectura bíblica: 2 P. 2:10-22

  En este mensaje estudiaremos las maldades de los falsos maestros y su castigo bajo el juicio de Dios (2 P. 2:10-22).

SE DESCUBRE A LOS FALSOS MAESTROS

  En 2 Pedro 2:10 se nos dice: “Y mayormente a aquellos que andan tras la carne, llevados de los deseos corrompidos, y que desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, injurian sin temblar a las potestades superiores”. Desde aquí hasta el final del capítulo, se descubre de nuevo a los falsos maestros y sus seguidores, quienes fueron identificados inicialmente en los versículos del 1 al 3. En el juicio gubernamental de Dios, ellos en particular serán reservados para ser castigados en el día del juicio, porque andan tras la carne, entregándose por placer a la concupiscencia que lleva a la contaminación y a los lujos que corrompen, y porque menosprecian el gobierno del Señor, rebelándose contra Su autoridad (vs. 10, 13-14, 18). Por eso, vienen a ser como animales irracionales (v. 12), como manchas y defectos entre los creyentes, quienes son el tesoro de Dios (v. 13), como Balaam, en el sentido de que dejan el camino recto a cambio de ganancia injusta (v. 15), como fuentes sin agua y nubes empujadas por la tormenta (vs. 17-19), y como los perros y las puercas, en el sentido de que se contaminan por dentro y por fuera (vs. 20-22).

DESPRECIAN EL SEÑORÍO

  Pedro dice que los falsos maestros desprecian el señorío. Aquí señorío debe de referirse al señorío de Cristo, el cual es el centro del gobierno, dominio y autoridad divinos (Hch. 2:36; Ef. 1:21; Col. 1:16).

  Pedro también dice que los falsos maestros son contumaces y que no tiemblan cuando hablan mal de las potestades superiores. Son contumaces por cuanto se complacen a sí mismos, buscando placer para sí mismos. La palabra griega traducida “potestades superiores” literalmente significa “glorias”. Probablemente se refiere tanto a los ángeles como a los hombres que ejercen poder y autoridad (2 P. 2:11; Jud. 1:9; Tit. 3:1-2).

  En el versículo 11 Pedro añade: “Mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor”. Las palabras ángeles y ellas, las cuales se refieren a las potestades superiores mencionadas en el versículo 10, aquí se mencionan de modo general; en cambio, en Judas 9, con respecto al mismo caso, se mencionan específicamente el arcángel Miguel y el diablo. Puesto que Miguel entendía que en el orden angelical el diablo tenía una posición más alta que él, no se atrevió a pronunciar juicio de maldición contra él. Las palabras juicio de maldición mencionadas en 2 Pedro 2:11 realmente significan una condenación. Abstenerse de pronunciar un juicio de maldición contra ellos delante del Señor equivale a guardar el orden de autoridad en el gobierno de Dios.

ANIMALES IRRACIONALES

  En el versículo 12 Pedro dice además: “Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales destinados por naturaleza para presa y destrucción, serán destruidos al corromper a otros”. Aquí la palabra animales literalmente significa “seres vivientes” (incluyendo al hombre), y se refiere a hombres que viven como animales. La Versión King James usa la expresión bestias brutas por naturaleza.

  Las palabras no entienden o irracionales aquí significan “desprovistos de razón, sin tener conciencia acerca de asuntos morales”. El sentido más elevado en el hombre es su espíritu, cuya parte principal es la conciencia. Desde la caída del hombre, la conciencia ha regulado al hombre bajo el gobierno de Dios. Algunos “perdieron toda sensibilidad” (Ef. 4:19) habiendo renunciado al sentir propio de su conciencia al negar a Dios (Ro. 1:23-32). Los herejes del primer siglo, tales como los saduceos del judaísmo antiguo (Hch. 23:8) y los modernistas de la actualidad, caen en esta categoría. Ellos han negado al Señor hasta lo indecible, por lo que su conciencia está cauterizada y ha perdido su sensibilidad (1 Ti. 4:2), como si no tuviesen espíritu (Jud. 1:10, 19). Por tanto, vienen a ser como animales irracionales, como criaturas de instinto, destinados por naturaleza a ser apresados, mediante su concupiscencia, por Satanás, el destructor del hombre, para que sean corrompidos hasta ser destruidos.

  Pedro dice que los que se vuelven como animales irracionales están destinados para presa y destrucción. La palabra para significa literalmente “hacia” e indica que ellos están destinados a ser apresados para destrucción, a ser hechos esclavos de la corrupción (2 P. 2:19). Por el suministro de vida que recibimos mediante la provisión divina (1:3-4), nosotros podemos escapar de esta corrupción que produce destrucción.

  Pedro nos dice que los falsos maestros también “serán destruidos al corromper a otros”. Esto significa que mientras corrompen a otros, ellos mismos serán destruidos.

DETALLES ADICIONALES

  El versículo 13 dice: “Recibiendo injusticia como pago de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites durante el día. Éstos son manchas y defectos, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus engaños”. En el versículo 13 algunos manuscritos leen: “Recibiendo el pago de la injusticia”. Aquí injusticia se refiere a acciones injustas. Pedro usa la palabra injusticia en este versículo en un sentido gubernamental.

  Según el versículo 13, los falsos maestros son manchas y defectos. Esto significa que los herejes que están entregados a las concupiscencias son para los creyentes genuinos, quienes son el tesoro de Dios, lo que las manchas y los defectos son para las piedras preciosas.

  Además, se nos dice que estos falsos maestros se recrean en sus engaños. Ellos se alegran, sienten un placer inmenso, cuando engañan a otros. Se recrean en el hecho de que pueden hacer que otros sean engañados.

  El versículo 14 añade: “Tienen los ojos llenos de adulterio, no cesan de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón ejercitado en la codicia, y son hijos de maldición”. Estos detalles también describen a los falsos maestros.

DEJAN EL CAMINO RECTO

  El versículo 15 dice: “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el pago de la injusticia”. Tomar el camino recto, que es el camino de la verdad (v. 2) y el camino de la justicia (v. 21), consiste en llevar una vida recta, libre de toda perversidad y prejuicio, libre de injusticia.

  Los falsos maestros, habiéndose extraviado, siguieron el camino de Balaam. Balaam fue un profeta gentil; él era un verdadero profeta, no un profeta falso. Sin embargo, él amó el pago de la injusticia (Nm. 22:5, 7; Dt. 23:4; Neh. 13:2; Ap. 2:14).

  El versículo 16 dice: “Pero fue reprendido por su transgresión; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta”. Esto se refiere a Balaam, quien fue refrenado por una asna, una bestia de carga, la cual le habló con voz de hombre. Este versículo dice que la forma milagrosa en que se le habló a Balaam, lo refrenó de su locura. Esto indica que el profeta Balaam estaba loco por su amor hacia el dinero, por amar el pago de la injusticia. Por tanto, Dios hizo hablar milagrosamente a una bestia de carga para restringirlo.

FUENTES SIN AGUA Y NUBES EMPUJADAS POR LA TORMENTA

  El versículo 17 añade: “Éstos son fuentes sin agua y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales está reservada la oscuridad de las tinieblas”. Los maestros herejes, quienes están totalmente secos, son fuentes sin agua y nubes empujadas por la tormenta, es decir, nubes sin agua llevadas por los vientos (Jud. 1:12), en el sentido de que no tienen nada para satisfacer la necesidad de los sedientos.

  Pedro dice que para estos falsos maestros “está reservada la oscuridad de las tinieblas”. Esto también representa el juicio gubernamental de Dios e indica que se ha preparado un lugar específico para ellos.

  En el versículo 18 Pedro dice: “Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con los deseos de la carne y con la lascivia a los que a duras penas escapan de los que viven en error”. La palabra griega traducida “lascivia” también significa “libertinaje”, como en el versículo 2. La palabra viven también significa “se comportan” o “se conducen”.

ESCLAVOS DE CORRUPCIÓN

  El versículo 19 dice: “Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”. En este versículo la palabra griega traducida “corrupción” es fthorá y denota una corrupción que conduce a la destrucción, la destrucción que acompaña a la corrupción o que es efectuada mediante corrupción.

  Los falsos maestros prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de corrupción. Ellos han sido vencidos por Satanás, y ahora son esclavos de aquel que los venció.

ENREDADOS Y VENCIDOS

  El versículo 20 dice: “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero”. Este versículo indica que, al menos en cierta medida, los falsos maestros tenían el pleno conocimiento de Cristo. Sin embargo, ellos se enredaron de nuevo en las contaminaciones del mundo, y por ende, su postrer estado vino a ser peor que el primero.

EL CAMINO DE LA JUSTICIA

  En el versículo 21 Pedro añade: “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue transmitido”. Esto significa que les hubiera sido mejor no haber conocido nada acerca del Señor, que haberse apartado del santo mandamiento que les fue transmitido.

  En el versículo 21 Pedro habla del camino de la justicia. Tomar el camino de la justicia consiste en llevar una vida recta para con Dios y para con el hombre; es otro aspecto del camino de la verdad (v. 2) y del camino recto (v. 15). Éste es el camino de una vida que concuerda con la justicia de Dios, en el cual podemos aceptar Su juicio gubernamental (vs. 3, 9) con miras a Su reino de justicia (Ro. 14:17; Mt. 5:20). Pedro recalca en sus epístolas la manera de vivir y también el camino de la vida porque sus epístolas fueron escritas desde la perspectiva gubernamental de la administración de Dios. Para corresponder al gobierno de Aquel que es santo y justo, el pueblo de Dios debe llevar una vida santa, pura, buena y excelente (1 P. 1:15; 2, 3:16; 2:12; 2 P. 3:11), y no licenciosa ni vana (2:7; 1 P. 1:18), y andar en Su camino recto, justo y verdadero.

EL VERDADERO PROVERBIO

  El versículo 22 concluye, diciendo: “Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno”. Aquí Pedro se muestra bastante severo y usa como ejemplo dos tipos de animales, un perro y una puerca, para describir a los falsos maestros inmundos. Los perros y los puercos son animales inmundos según los preceptos de la santidad de Dios (Lv. 11:4, 7; Mt. 7:6). Los perros suelen comer desperdicios. Luego vomitan de lo que han comido, y después se vuelven a su propio vómito, contaminándose así internamente. Las puercas se revuelcan en el cieno, ensuciándose así externamente. Los herejes que niegan a Dios, a la larga vienen a ser como estos animales inmundos, en el sentido de que se contaminan por dentro y por fuera. ¡Qué juicio tan severo merecen conforme a la justicia de Dios en Su administración gubernamental! Puesto que la contaminación de los falsos maestros es muy contagiosa, a los creyentes se les prohíbe tener contacto con ellos (2 Jn. 1:9-11).

  Hemos visto que en 2:10-22 Pedro pone de manifiesto las maldades de los falsos maestros y el castigo que ellos reciben bajo el juicio de Dios. Debido a que los falsos maestros andan tras la carne y se entregan por placer a la concupiscencia que lleva a la contaminación y a los lujos que corrompen, y debido a que menosprecian el gobierno del Señor y se rebelan contra Su autoridad, Dios, bajo Su gobierno, tratará con ellos de tal modo que serán reservados en particular para ser castigados en el día del juicio. Como hemos visto, ellos vienen a ser como animales irracionales, como manchas y defectos, como Balaam, como fuentes sin agua y nubes empujadas por la tormenta, y, finalmente, como perros y puercas. Pedro es único en darnos tal descripción de la condición maligna de los falsos maestros.

DEGRADACIÓN Y APOSTASÍA

  El capítulo 2 de 2 Pedro nos provee evidencia de que esta epístola fue escrita durante la degradación de la iglesia. A causa de la apostasía, la iglesia había caído en degradación. La apostasía consiste en desviarse del camino recto de la verdad de Dios. La apostasía es el contexto en el cual se escribió esta epístola. La carga de Pedro, por tanto, consistía en vacunar a los creyentes contra el veneno de la apostasía.

  La epístola de 2 Pedro fue escrita probablemente entre los años 65 y 68 d. de C., aproximadamente treinta años después del establecimiento de la iglesia en Jerusalén. Durante esos años, la iglesia se degradó, y se introdujo la apostasía.

  Las epístolas de 2 y 3 Juan también fueron escritas durante un período de apostasía. Sin embargo, dichas epístolas fueron escritas aproximadamente un cuarto de siglo después que se escribiera 2 Pedro, es decir, alrededor del año 90 d. de C. Por tanto, cinco libros —2 Timoteo, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, y Judas— se escribieron durante un período en que la iglesia se había degrado y había caído en apostasía.

LA NECESIDAD DE PELEAR POR LAS VERDADES MÁS PROFUNDAS

  Es importante que nos percatemos de que el elemento de la apostasía continúa presente en nuestros días. Debido a que muchos creyentes —incluyendo a los más fundamentalistas— han abandonado las verdades básicas de la Biblia, existe la necesidad de que nosotros, quienes estamos en el recobro del Señor, peleemos la batalla por la verdad. En la época de Martín Lutero fue necesario pelear por la verdad de la justificación por la fe. Ciertamente valió la pena que Lutero hubiera peleado esa batalla. Sin embargo, hoy en día nosotros debemos pelear por las verdades más profundas que se revelan en la Palabra de Dios. Nosotros creemos en todos los elementos genuinos en que cree la mayoría de los cristianos, pero además de ello, creemos en las verdades más profundas. Ciertamente creemos que toda la Biblia es inspirada por Dios palabra por palabra. De hecho, basándonos en la traducción literal de 2 Timoteo 3:16 afirmamos que toda la Escritura es dada por el aliento de Dios. Creemos que el Señor Jesús es el Hijo de Dios, que Él es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. Creemos en la encarnación de Cristo y en que Su muerte en la cruz fue por nuestra redención. Conforme a las Escrituras, creemos que la muerte del Señor fue todo-inclusiva. Mediante Su crucifixión, Él puso fin a la vieja creación —la cual nos incluye a nosotros—, a nuestra carne y a nuestra naturaleza caída. Creemos plenamente en la resurrección y ascensión del Señor, y que Él ahora está en el trono. Asimismo, creemos que Él no solamente está en el trono, sino que también, como Espíritu vivificante, mora en nuestro espíritu. Creemos en cada aspecto de lo que Cristo es y de lo que hizo, está haciendo y hará. Creemos también en todo lo que Cristo logró y obtuvo. Además, en conformidad con la Biblia, creemos en la transformación y en que el elemento de Dios debe forjarse en nosotros para que sea establecido el debido orden en nuestro ser. Podríamos decir que todo esto constituye nuestra fe más profunda. En tiempos de apostasía, declaramos que creemos en la plena revelación de la Palabra pura de Dios y damos testimonio de ella.

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