Mensaje 42
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En los dos mensajes anteriores vimos que el anticristo es la cuarta bestia de Dn. 7, el cuerno pequeño de Dn. 8, el príncipe de Dn. 9 y el rey de Dn. 11. En este mensaje consideraremos otras características del anticristo.
En Apocalipsis 13:2 dice: “Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león”. Es muy difícil darle un nombre a esta bestia porque tiene características de todas las otras bestias. En Ap. 13 simplemente se le llama “la bestia”.
Según Dn. 7:4-6, el leopardo, cuyas características son la velocidad y la crueldad, fue el símbolo de Alejandro Magno, rey de Grecia. En cierto sentido un leopardo es más feroz que un león. El hecho de que la bestia que vio Juan sea semejante a un leopardo confirma lo que ya dijimos, que el anticristo será un griego. Alejandro Magno era como un leopardo, y el anticristo también será semejante a un leopardo.
Se nos dice que los pies de la bestia son “como de oso”. El oso, caracterizado por sus garras destructoras, fue el símbolo de la monarquía medo-persa. El oso pisotea y destruye con sus garras. El anticristo tendrá esta misma característica.
Apocalipsis 13:2 dice que su boca era “como boca de león”. El león, caracterizado por su boca devoradora, fue un símbolo de Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Esta bestia, el anticristo, será la totalidad de las potencias malignas del mundo que han existido a lo largo de la historia, dado que es como las otras tres bestias, y tendrá las características de ellas, como se menciona en Daniel 7:4-7. El anticristo tendrá las características de Alejandro Magno, Darío y Nabucodonosor. Aunque será semejante a un leopardo, sus pies serán como de oso, y su boca como de león. Las características de todas las bestias salvajes se concentrarán en esta sola persona, y la constituirán una bestia que lo tendrá todo. Por consiguiente, será el producto final de todas las potencias mundiales. Si uno estudia la historia universal, verá que Nabucodonosor devoraba a los pueblos, Darío los pisoteaba, y Alejandro Magno se movía velozmente, apoderándose de imperios completos en corto tiempo. Además, Alejandro era extremadamente cruel. Todas estas características tipifican los diversos rasgos del anticristo, quien será indudablemente un personaje extraordinario.
No crea que el anticristo será una persona corriente. No, él será un hombre fuera de lo común. Hace unos cuarenta años, alguien dijo que Mussolini era el anticristo. En ese entonces, en 1936, yo ya estaba ministrando y observaba cuidadosamente la situación mundial. Cuando oí esta afirmación, me di cuenta de que Mussolini no era tan poderoso. Más aún, él no tenía la apariencia de un leopardo; era más parecido a una rana. Cuando usted oiga el rumor de que cierta persona podría ser el anticristo, debe considerar si dicha persona reúne las características del anticristo. Fíjese si se parece a un leopardo, a un oso y a un león. Averigüe si es destacado intelectualmente. Puesto que ya tenemos la luz de las Escrituras en cuanto al anticristo, nadie podrá engañarnos al respecto.
Apocalipsis Ap. 13:1 dice que la bestia subirá del mar. Geográficamente, este mar es el Mediterráneo, el “gran mar” mencionado en Daniel 7:2.
En Ap. 9:11; 11:7 y Ap. 17:8 se nos dice que el anticristo sale del abismo. Pero en 13:1 se afirma que sale del mar, tal como lo dice Daniel 7:3. Esto indica que el anticristo vendrá de dos lugares. Su espíritu, que ha sido guardado en el abismo, saldrá de allí, y su cuerpo saldrá de una de las naciones gentiles del Mediterráneo. Lo anterior también puede indicar que el mar es la boca del abismo, puesto que el abismo está en el corazón de la tierra (Ro. 10:7; Mt. 12:40), y el mar está sobre la tierra.
En la simbología bíblica la tierra representa la nación de Israel, y el mar representa las naciones gentiles (17:15; Is. 57:20). Esto indica que el anticristo provendrá del mundo gentil. Algunos piensan que el anticristo saldrá de la tierra de los judíos o que tendrá ascendencia judía. Pero, según hemos visto, en la Biblia el territorio de los judíos está representado por la tierra, y el mundo gentil por el mar. Dado que el anticristo no vendrá de la tierra sino del mar, no puede venir de Israel. Además, sabemos que surgirá de uno de los cuatro reinos de la antigua Grecia (Dn. 8:8-9, 21-23). No debemos atender a interpretaciones hechas a la ligera, ya que hemos recibido luz en cuanto al anticristo.
En Apocalipsis 13:1 dice que la bestia, el anticristo, tendrá “diez cuernos y siete cabezas; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia”. Aquí vemos que esta bestia llena de características diversas tendrá diez cuernos y siete cabezas. Tenemos que prestar atención a esto.
Tanto el dragón mencionado en 12:3 como la bestia de 13:1 tienen siete cabezas y diez cuernos. Esto indica que el anticristo que vendrá será uno con Satanás. De hecho, será la personificación de éste. Satanás estará corporificado en él y se expresará por medio de él, pues las siete cabezas y los diez cuernos de Satanás serán las siete cabezas y los diez cuernos del anticristo.
¿Qué son estos diez cuernos? En primer lugar, son los diez reyes a los que alude 17:12 representados por las diez diademas sobre los diez cuernos. En segundo lugar, son los diez reinos simbolizados por los diez dedos de los pies de la gran imagen descrita en Daniel 2:42-44. Recuerde que los diez reyes equivalen a los diez reinos representados por los diez dedos de la imagen. La imagen tiene diez dedos, y la bestia posee diez cuernos. Los diez cuernos de la bestia son los mismos diez dedos de la imagen. Más aún, esos diez dedos son a la vez diez reinos.
Las siete cabezas de la bestia son los siete césares del Imperio Romano (17:10), representados por las siete diademas sobre las siete cabezas (12:3). El Imperio Romano tuvo en total doce césares, pero sólo siete figuran en la profecía de Apocalipsis. Los otros cinco no tienen mucha relación con ella. El primer césar fue Julio, el quinto Nerón, y el sexto Domiciano, quien era el césar cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis. El séptimo césar, que más tarde será herido de muerte y será reanimado con el espíritu de Nerón, que fue el quinto césar, será el anticristo. En la actualidad, el espíritu de Nerón está retenido en el abismo. Después de que sea muerto el séptimo césar y cuando esté a punto de revivir, el espíritu de Nerón será desatado del abismo y entrará en el cuerpo del séptimo césar, quien será reanimado y vendrá a ser el octavo césar (17:10-11). Aunque el anticristo será el octavo, de todos modos será el séptimo y tendrá parte del quinto. Cuando lleguemos al capítulo 17 veremos esto detalladamente.
Las siete cabezas de la bestia tienen nombres blasfemos. Según la historia, los siete césares decían ser Dios, pretendían tener deidad y obligaban a sus súbditos a adorarlos como si fuesen Dios. Eso es una verdadera blasfemia contra Dios. Esto es lo que significan los nombres blasfemos.
El anticristo también será el ángel del abismo (9:11), que es un pozo profundo. Ya vimos que el anticristo saldrá del abismo (11:7; 17:8) y que poseerá el espíritu de Nerón. Algunos podrían preguntarse cómo sabemos que el anticristo revivido tendrá el espíritu de Nerón. Por un lado, el anticristo, en lo referente a su origen físico, vendrá de uno de los cuatro reinos de lo que era el imperio de las antiguas Macedonia y Grecia. Por otro lado, la Biblia claramente indica que él saldrá del abismo. Además, su nombre tendrá un número, seiscientos sesenta y seis. Según el valor numérico de las letras hebreas, el número correspondiente al nombre Nerón César es seiscientos sesenta y seis. Esto indica que el anticristo que vendrá será Nerón César. Con la ayuda de algunos maestros que nos precedieron, hemos visto que después de la muerte de Nerón, su espíritu indudablemente fue al abismo con un propósito futuro. En cierto momento, dicho espíritu será desatado del abismo. En Apocalipsis se nos dice claramente que el anticristo que ha de venir será herido de muerte. Aunque será muerto, su herida mortal será sanada (13:3). Esto implica que es reanimado. Cuando lleguemos al capítulo 17 veremos que el anticristo será reanimado con el espíritu de Nerón. El anticristo será en primer lugar el séptimo césar, quien será asesinado, probablemente antes de los últimos tres años y medio. Entonces el espíritu de Nerón será liberado del abismo y entrará en el cuerpo del séptimo césar, quien, por ende, volverá a vivir y llegará a ser el octavo césar. Esto será una imitación de la resurrección de Cristo. Los cristianos han predicado que Cristo es el único que fue crucificado y resucitó. Pero viene el día cuando otra persona será muerta y aparentemente resucitada. Por causa de esta falsificación de la resurrección, el mundo entero se maravillará ante la bestia (13:3), el anticristo, la imitación de Cristo. El séptimo césar vendrá a ser el octavo; sin embargo, tendrá el cuerpo del séptimo y el espíritu del quinto. Todos nosotros necesitamos iluminación y el debido entendimiento en cuanto a esto.
El anticristo, el ángel del abismo, será el rey de las langostas poseídas por demonios (9:1-11). Al tocarse la quinta trompeta, Satanás caerá a la tierra y se le dará la llave del pozo del abismo (9:1). La estrella de 9:1 se refiere a Satanás, quien será arrojado del cielo a la tierra. Después de que Satanás sea lanzado a la tierra, usará la llave del pozo del abismo para liberar el terrible ejército de las langostas poseídas por demonios. Cuando las langostas sean liberadas del abismo, el espíritu de Nerón probablemente será liberado con ellas. Es posible que todos salgan del abismo a la vez, y el anticristo llegue a ser el rey de este ejército de langostas. Como ya vimos, estas langostas atormentarán a los hombres durante cinco meses. Satanás, el dragón, y el anticristo, la bestia, colaborarán para atormentar y herir al hombre que Dios había creado para Sí. Esta será la quinta trompeta, el primero de los tres ayes, el comienzo de la gran tribulación.
Apocalipsis 9:11 dice que el nombre del ángel que sale del abismo es Abadón en hebreo, y Apolión en griego. Abadón significa “destrucción”, y Apolión significa “destructor”. El anticristo será tanto el destructor como la destrucción. El estará lleno de ira, estará obsesionado con el odio satánico, y destruirá todo lo que encuentre a su paso. Satanás entenderá que le queda poco tiempo, que sólo tiene tres años y medio para obrar en la tierra. Por consiguiente, hará todo lo posible por hacer daño a la humanidad usando al anticristo.
El anticristo también será el hombre de pecado (2 Ts. 2:3-10). Cuando el apóstol Pablo escribió 2 Tesalonicenses, sin duda estaba asombrado por este hombre de pecado, según lo que él sabía del libro de Daniel. Los capítulos 8 y 11 de Daniel nos dicen que el anticristo se exaltará por encima de todos los dioses y se proclamará Dios. Lo que Pablo dijo en cuanto a esto en 2 Tesalonicenses 2 debe de referirse al libro de Daniel.
Este hombre de pecado es descrito como el “inicuo” (2 Ts. 2:8). El anticristo será una persona sin principios. El mundo entero en la actualidad va rumbo a la iniquidad, la carencia total de ley. Por todas partes predomina la iniquidad. La Biblia llama al anticristo “el inicuo” porque él será el representante de la iniquidad, la totalidad misma de la iniquidad.
El anticristo, el hombre de pecado, también es descrito como “el hijo de perdición” (2 Ts. 2:3). Será “hijo de perdición” y perecerá de una forma terrible, debido a que está lleno de pecado e iniquidad. El será derrotado por el Cordero, aprehendido y lanzado vivo al lago de fuego. Por lo tanto, en este corto pasaje Pablo nos da tres títulos del anticristo: el hombre de pecado, el inicuo y el hijo de perdición.
En 2 Tesalonicenses 2:4 dice que el anticristo “se opone y se exalta sobre todo lo que se llama Dios o es objeto de culto”. Debemos comparar este versículo con Daniel 8:11 y 25, 11:36 y 37 y Apocalipsis 13:6. Estos pasajes relatan la misma cosa: que el hombre de pecado se opondrá a Dios y se exaltará por encima de Dios.
En 2 Tesalonicenses 2:4 también dice que el anticristo “se sienta en el templo de Dios, proclamándose Dios”. Pablo fue más allá que Daniel al narrar este asunto. Daniel no dijo que el anticristo se sentaría en el templo de Dios, pero Pablo nos dice explícitamente que el anticristo se sentará en el templo de Dios como Dios, y obligará a la gente a adorarlo.
En 2 Tesalonicenses 2:9 y 10 Pablo dice: “Inicuo cuyo advenimiento es conforme a la obra de Satanás, con todo poder, señales y prodigios de mentira, y con todo engaño de injusticia entre los que perecen”. El advenimiento del anticristo concordará con la obra de Satanás. En el cristianismo actual existe la tendencia a buscar señales, prodigios y milagros. Pero debemos tener cuidado con eso. Según Juan 2:23-25, el Señor Jesús no se fiaba de aquellos que buscaban señales. No busquen señales. Si lo hacen pueden ser engañados. El Espíritu de Dios no es el único que puede realizar prodigios; el espíritu de Satanás también puede hacerlos. Pablo dice que el anticristo, quien viene según la obra de Satanás, hará prodigios mentirosos. Pese a que son prodigios, son mentira, falsedad y engaño de injusticia. No preste atención a los prodigios; más bien mantenga los principios de justicia. Cualquier injusticia, así sea un milagro, tiene que ser rechazada. No acepte los milagros a costa de hacer a un lado la justicia. Si somos estrictos en mantener los principios de justicia, estaremos protegidos del engaño.
En 2 Tesalonicenses 2:7 leemos: “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad, pero sólo hasta que aquel que lo retiene ahora sea quitado de en medio”. Todos sabemos que tanto Cristo como la iglesia son misterios. Pero aquí Pablo habla de otro misterio: el misterio de la iniquidad. El anticristo también será un misterio. Según lo que Pablo dice, el misterio de la iniquidad ya está en operación. No obstante, hay algo que lo limita. Es difícil determinar quién restringe esta iniquidad. En todo caso, existe alguna fuerza, algún poder, que restringe la iniquidad.
El movimiento hippy que se produjo en los Estados Unidos comenzó en la década de 1960. Aquellos fueron años de iniquidad. Pero lo que restringía ese inicuo movimiento ha desaparecido. Si no hubiera nada que limitase la iniquidad, la tierra ya no sería un lugar habitable. No tendríamos paz para dormir en la noche. En la actualidad hay una marcada tendencia a la iniquidad, pero está limitada. Dios ejerce control sobre la iniquidad debido a que no ha llevado a cabo todo Su propósito, es decir, a que la novia no está preparada todavía. Al final, cuando lleguen los últimos tres años y medio, lo que restringe la iniquidad, ya no estará, y será como si Dios dijera: “Dejemos que el mundo siga su propio curso”. Entonces, el anticristo, el inicuo, se manifestará en plenitud, y toda la tierra se llenará de iniquidad. Esta es una palabra profética y no nos ayuda a experimentar la vida, la cual es nuestro interés primordial. Sin embargo, espero que los jóvenes en particular sean iluminados en cuanto a estos asuntos y puedan decir: “Alabamos al Señor porque tenemos un entendimiento claro en cuanto a la corriente del mundo. Ya sabemos lo que acontecerá”. ¡Gloria al Señor porque en medio de la noche oscura tenemos luz!
Por último, en 2 Tesalonicenses 2:8 Pablo dice: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor Jesús matará con el aliento de Su boca, y destruirá con la manifestación de Su venida”. El aliento de la boca del Señor equivale a la palabra. Apocalipsis 19:15 dice: “De Su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones”. La espada aguda, una espada de dos filos (1:16), es la palabra exterminadora del Señor. El enviará Su palabra, Su aliento, a destruir y matar al anticristo. El Señor también destruye al anticristo con el resplandor de Su venida. Este resplandor será un fuego intensificado y una luz que mata. Cristo vendrá con dicha espada y dicha luz para juzgar al hombre de pecado. Como resultado, el anticristo vendrá a ser el hijo de perdición y será el primero en perecer en el lago de fuego. El perecerá en el lago de fuego junto con el falso profeta, antes que Satanás (19:20; 20:10). Cuando lleguemos al capítulo 19, veremos que el anticristo peleará directa y personalmente contra Cristo, y que cuando Cristo venga, peleará, junto con los vencedores, en contra de él.
Hasta el momento, hemos visto siete aspectos del anticristo: la cuarta bestia, el cuerno pequeño, el príncipe, el rey, la bestia que tiene las características de las demás, el ángel del abismo y el hombre de pecado. En el próximo mensaje veremos otros aspectos en cuanto a él.