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Mensaje 161

El ungüento compuesto representa al Espíritu compuesto

(2)

  Lectura bíblica: Éx. 30:23-30; Gn. 1:2; Jue. 3:10; Lc. 1:35; Jn. 7:39; Ro. 8:2; Hch. 5:9 Hch. l6:6-7; Jn. 14:17; Fil. 1:19; 1 Co. 15:45; 2 Co. 3:18; He. 10:29; Ap. 1:4; Ro. 8:16; 1 P. 1:2; Ap. 2:7; 22:17.

  En este mensaje, estudiaremos los elementos del Espíritu compuesto.

EL ESPIRITU DE DIOS CON EL ELEMENTO DE LA DIVINIDAD EN LA CREACION

  En la creación de Dios, el Espíritu de Dios era activo: “El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Gn. 1:2b). Algo sustancioso tiene forzosamente un elemento, y ciertamente el Espíritu de Dios es algo sustancioso. ¿Qué elemento contiene el Espíritu de Dios? El elemento del Espíritu de Dios es la divinidad de Dios.

  En un mensaje anterior dijimos que el espíritu de una sustancia es el extracto de la misma. Por ejemplo, el espíritu de una uva no es simplemente la uva, sino el extracto de la misma. Así que podemos decir que el Espíritu de Dios es el extracto de Dios. Este Espíritu tiene la divinidad, es decir, el elemento de lo que es Dios. Romanos 1:20 dice que la creación manifiesta el poder eterno y la divinidad de Dios porque la creación vino a la existencia por el Espíritu de Dios y porque el Espíritu de Dios contiene el elemento de la divinidad.

EL ESPIRITU DE JEHOVA CON EL ELEMENTO DE LA TRINIDAD DIVINA EN LA RELACION DE DIOS CON EL HOMBRE

  Después de crear al hombre, Dios vino para tomar contacto con él. Jehová es el nombre de Dios en relación con el hombre. En Génesis 1, vemos únicamente el título Dios, pero en Génesis 2 tenemos también otro título, Jehová, porque en este capítulo Dios empieza a tener contacto con el hombre que El creó. Por tanto, Jehová es un titulo usado para el contacto de Dios con el hombre y denota la relación de Dios con el hombre.

  El nombre Jehová proviene del verbo ser o es una forma del mismo. Leamos Exodo 3:14 “Y respondió Dios a Moisés: Yo Soy el que Soy, y dijo: así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros”. Jehová es Aquel que era, que es y que ha de ser. “Era” “Es” y “Será” son varias formas del verbo ser. En realidad, el verbo ser se puede aplicar solamente a Dios. El es el único que es, que era, y que será, el único que es eterno y que existe por Si mismo. Nuestra vida es corta. Sin Dios, no podemos seguir existiendo y en realidad no estamos existiendo ahora, porque el verbo ser no se puede aplicar a nosotros, sino a Dios únicamente. El verbo ser es el verbo fundamental. Todo lo demás depende de eso. Por ejemplo, el comer depende del ser, de la existencia. Si yo no existiera ¿cómo comería? Todos los demás verbos, probablemente millares de ellos, dependen del verbo ser, un verbo único. Dios es el único que es; el Yo Soy, Aquel que existe para siempre y por Si mismo.

  Dios debe ser Triuno: El Padre, el Hijo y el Espíritu para relacionarse con el hombre. Exodo 3 nos enseña que Jehová se refiere al Dios Triuno. Lo vemos en Exodo 3:6 donde Dios declara; “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”. Después de eso Dios dijo a Moisés; “Yo Soy el que Soy y dijo; Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros” (v. 14) El continuó: “ Así dirás a los hijos de Israel: Jehová el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac , el Dios de Jacob, me a enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; este es mi memorial por todos los siglos ”(v.15)". En Exodo 3:14 Dios declara; “Yo Soy me envió a vosotros” pero en el versículo siguiente, El dice: “Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob me ha enviado a vosotros”. Esto indica que Jehová es el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Este titulo: el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, implica la Trinidad, los Tres de la Deidad. En nuestro Estudio-Vida de Génesis, hemos señalado que la mayor parte del libro de Génesis está relacionado con Dios como el Dios de tres personas: Abrahán, el Padre; Isaac, el hijo; y Jacob, el que suplanta, el sutil que finalmente fue transformado. El Dios de Abrahán representa al Padre, el Dios de Isaac al hijo; y el Dios de Jacob, al Espíritu. Jehová, Dios en Su relación con el hombre es el Dios Triuno. Por tanto, el Espíritu de Jehová es el Espíritu con el elemento de la Trinidad divina.

  El Antiguo Testamento presenta muchos versículos relacionados con el Espíritu de Jehová: Jue. 3:10; 6:34; 11:29; 13:25; 14:6, 19; 15:14; 1 S. 10:6; 16:13, 14; 2 S. 23:2; 1 R. 18:12; 22:24; 2 R. 2:16; 2 Cr. 18:23; 20:14; Is. 11:2; 63:14; Ez. 11:5; 37:1; Mi. 3:8; Zac. 7:12. En cada contacto con Su pueblo en el Antiguo Testamento, Dios era el Espíritu de Jehová con el elemento de la Trinidad. En realidad, el Espíritu de Jehová es el extracto del elemento del Dios Triuno.

EL ESPIRITU SANTO CON EL ELEMENTO DE LA NATURALEZA DIVINA Y SANTA EN LA ENCARNACION

  Antes de la encarnación, no se usaba el titulo “El Espíritu Santo”. No obstante, la Biblia de Jerusalén confunde en cuanto a Salmos 51:11 e Isaías 63:10-11. Debía haber traducido “Tu Santo Espíritu” en Salmos 51:11 por “El Espíritu de tu Santidad”, y “Tu Espíritu Santo” en Isaías 63:10-11 por el “Espíritu de Tu Santidad”. El titulo “Espíritu Santo” es mencionado por primera vez con respecto a la encarnación de Cristo, en la época en que el Espíritu vino a Maria para concebir al Señor Jesús.

  Lucas 1:35 nos revela que el Angel dijo a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra; por eso también lo santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Las palabras griegas traducidas por “lo santo” pueden ser traducidas también por “el santo”. Ambas traducciones son correctas. Antes de la encarnación de Cristo, nadie era santo en naturaleza. Por el contrario, desde Adan todo hombre era común, ordinario. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo no santificó a nadie con la naturaleza santa de Dios. Por supuesto, ciertas personas y cosas fueron santas en el sentido de que fueron separadas para Dios. Por ejemplo, Aarón fue separado para el Señor a fin de servir como sumo sacerdote pero él no llegó a ser santo con la naturaleza de Dios. El Señor Jesús nació como la única Persona santa en naturaleza. Su concepción por el Espíritu Santo permitió eso, pues el Espíritu Santo posee el elemento de la naturaleza divina, la cual es santa. Por tanto, Mateo 1:18 declara que María “se halló que estaba encinta por obra del Espíritu Santo”. El ángel del Señor dijo también a José: “No temas recibir a María tu mujer, porque lo engendrado en ella del Espíritu Santo es” (v. 20).

  En el Nuevo Testamento, a veces el original griego tiene “El Espíritu, lo santo”. Esta expresión indica que el Espíritu es lo santo. Esto revela que el Espíritu de Dios, quien es el Espíritu de Jehová, es ahora algo más: El Espíritu Santo con la naturaleza Santa de Dios, para producir una persona santa en naturaleza, así como Dios mismo es santo en Su naturaleza y no solamente en posición. El Señor Jesús es santo en naturaleza porque fue concebido por el Espíritu Santo.

  El Espíritu Santo tiene una naturaleza tal que nos convierte a nosotros los creyentes, en santos con la naturaleza de Dios. Si entendemos eso, conoceremos el significado de la santificación en el Nuevo Testamento. La santificación neotestamentaria consiste en santificarnos no solamente en posición sino también en naturaleza, así como Dios es santo. Por lo tanto, declaramos que el Espíritu Santo contiene el elemento de la naturaleza divina.

ANTES DE LA RESURRECCION DE CRISTO, AUN NO HABIA ESPIRITU; NO ESTABA COMPUESTO DE OTROS ELEMENTOS

  Leamos Juan 7:39 “ Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en El; pues aun no había el Espíritu, pues Jesús no había sido aun glorificado”. Este versículo indica que antes de la resurrección de Cristo, el Espíritu: el Espíritu compuesto de otros elementos, todavía no era". El Espíritu de Dios existía desde el comienzo mismo, pero el Espíritu como el Espíritu de Cristo y el Espíritu de Jesucristo (Fil. 1:19) todavía no era cuando el Señor Jesús pronunció estas palabras, porque El aun no había sido glorificado. Jesús fue glorificado en Su resurrección (Lc. 24:26). Después de Su resurrección, el Espíritu de Dios llegó a ser el Espíritu de Jesucristo encarnado, crucificado y resucitado, quien fue soplado en los discípulos por Cristo en la noche de Su resurrección (Jn. 20:22). Ahora el Espíritu es “otro consolador”, quien es el Espíritu de realidad prometido por Cristo antes de Su muerte (Jn. 14:16-17). Cuando el Espíritu era el Espíritu de Dios, El sólo tenía el elemento divino. Cuando El se hizo el Espíritu de Jesucristo a través de la encarnación, crucifixión, y resurrección de Cristo, El tenía el elemento divino y también humano, con toda la esencia y realidad de la encarnación, crucifixión y resurrección de Cristo. Por tanto, El es ahora el Espíritu todo-inclusivo de Jesucristo.

  Desde Génesis 1 hasta Juan 20:22, todavía no había el Espíritu. La expresión “El Espíritu” es toda-inclusiva porque incluye todos los elementos de los demás títulos del Espíritu. Como lo veremos, el Espíritu incluye el Espíritu de realidad, el Espíritu de Jesús, el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Jesucristo, el Espíritu de vida, el Espíritu vivificante, el Señor Espíritu, el Espíritu de gracia y los siete Espíritus. ¡Cuan maravilloso es esto!

  En cuanto al Espíritu, les exhorto a no prestar atención a las enseñanzas tradicionales. Estas enseñanzas han sido la droga de muchos creyentes. Me drogaron por muchos años, y le tomó mucho tiempo al Señor para desintoxicarme. Me preocupa el hecho de que algunos de nosotros, y particularmente los mayores, queden todavía bajo la influencia de esta droga de las enseñanzas tradicionales. Esta influencia puede entorpecerle cada vez que usted lee la Biblia. Esta es la razón por la cual usted no recibe luz cuando estudia la Palabra. Quizá esté todavía bajo la influencia de la tradición y de su propia comprensión natural.

  Debemos abrir la Biblia con una mente sobria, depurada y desintoxicada. Además, debemos ser pobres en espíritu y puros en corazón. El Señor Jesús declaró que los pobres en espíritu y los de corazón puro son bienaventurados (Mt. 5:3,8). Debemos tener un espíritu que no esté lleno ni ocupado por nada, y un corazón puro que busca únicamente al Señor. Si tenemos esta mente, este espíritu, este corazón cuando leemos acerca del Espíritu en la Palabra, veremos el significado de todos los títulos del Espíritu de Dios.

  Cada título del Espíritu tiene un significado preciso. Por ejemplo, Hebreos 10:29 menciona el hecho de insultar al Espíritu de gracia. Este versículo no habla de insultar al Espíritu de Dios. Esto es significativo. El Espíritu de gracia nos permite probar al Dios Triuno, como nuestro disfrute. Este es el sabor de la gracia. Insultar al Espíritu de gracia es un insulto muy grave. El libro de Hebreos nos enseña que debemos tomar cuidado de la sangre santificadora de Jesús y también del Espíritu de gracia, el Espíritu para nuestro disfrute. Hebreos 10:29 ilustra el hecho de que cada título del Espíritu es significativo, porque cada uno de ellos señala un elemento particular del Espíritu.

EL ESPIRITU DE REALIDAD

  Después de la resurrección del Señor, se cumplió Su promesa acerca del Espíritu que sería el otro consolador, el Espíritu de realidad. El había declarado que oraría al Padre para que nos diera otro consolador, que sería el Espíritu de realidad en nosotros. Luego el Señor prosiguió diciendo que en aquel día nosotros sabríamos que El está en el Padre, que estamos en El, y que El está en nosotros. El prometió claramente a los discípulos que no los dejaría huérfanos y que El iría a ellos. De hecho, la venida del Espíritu de realidad fue la venida de Cristo, pues Cristo es tal Espíritu. En el día de Su resurrección, el Señor Jesús apareció a los discípulos, sopló sobre ellos, y declaró: “Recibid el Espíritu Santo” (Jn. 20:22). Esto fue el Espíritu de realidad, el Espíritu que contiene todos los demás elementos del Espíritu.

  No debemos imaginarnos que desde la resurrección de Cristo el Espíritu dejó de ser el Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor o de Jehová o el Espíritu Santo. No, el Espíritu sigue siendo el Espíritu de Dios (1, Ro. 8:9, 14Cor. 2:14), el Espíritu de Jehová, el Espíritu del Señor (Hch. 5:9; 2, 8:39Cor. 3:17), y el Espíritu Santo (Hch. 16:6; Ro. 15:13, 16). Pero este Espíritu es también el Espíritu de realidad (Jn. 14:17; 15:26; 16:13).

EL ESPIRITU DE JESUS CON LOS ELEMENTOS DE LA HUMANIDAD, EL VIVIR HUMANO Y LA CRUCIFIXION

  Hechos 16:6 nos enseña que el Espíritu Santo había prohibido a Pablo y a sus colaboradores que predicaran la palabra en Asia, pero el versículo 7 declara que el Espíritu de Jesús no permitió que entraran en Betania. En estos dos versículos, primero vemos el Espíritu Santo y luego el Espíritu de Jesús. Si estudiamos el contexto del versículo 7, veremos que Pablo estaba sufriendo. Esta fue la razón por la cual el Espíritu de Jesús lo acompañaba. El Espíritu de Jesús contiene los elementos de la humanidad, del vivir humano y de la crucifixión. En Hechos 16, Pablo sufría y experimentaba la muerte de Cristo; por esta razón, el Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor y el Espíritu Santo en este punto eran el Espíritu de Jesús, el Espíritu de Aquel que se encarnó y vivió en la tierra como un hombre y murió en la cruz.

EL ESPIRITU DE CRISTO CON EL ELEMENTO DE LA RESURRECCION

  Leamos Romanos 8:9 “Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de El”. Los versículos 9, 10 y 11 de Romanos 8 están centrados en la resurrección de Cristo. En el versículo 9, el Espíritu de Cristo posee el elemento de la resurrección. Este Espíritu es el Espíritu de Dios mencionado en el mismo versículo y también el Espíritu de vida en el versículo 2.

  En el Espíritu, tenemos la encarnación, la humanidad, el vivir humano, la muerte y resurrección de Cristo. Los distintos títulos del Espíritu lo revelan. Si el Espíritu no contuviera los elementos de la encarnación, del vivir humano y de la crucifixión, ¿por qué sería llamado el Espíritu de Jesús? Del mismo modo, si el Espíritu no contuviera el elemento de la resurrección, ¿por qué sería llamado el Espíritu de Cristo? Además, si el Espíritu no contuviera la vida divina, ¿por qué sería llamado el Espíritu de vida? Los títulos del Espíritu denotan ciertos hechos. Por tanto, basándonos en los títulos del Espíritu en el Nuevo Testamento, podemos afirmar que en el Espíritu de Jesús tenemos la encarnación, la humanidad, el vivir humano, los sufrimientos y la crucifixión, y en el Espíritu de Cristo tenemos la resurrección, el poder de la misma y la vida divina.

EL ESPIRITU DE JESUCRISTO CON LA ABUNDANTE SUMINISTRACION DE TODOS LOS ELEMENTOS DE LA HUMANIDAD, EL VIVIR HUMANO, LA CRUCIFIXION Y LA RESURRECCION

  En Filipenses 1:19, Pablo habla del Espíritu de Jesucristo: “Porque sé que por vuestra petición y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación”. Cuando Pablo escribió estas palabras, él estaba encarcelado. Pero aun así, él pudo regocijarse por tener la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo. El disfrutaba del Espíritu de Jesús, Aquel que sufrió, y del Espíritu de Cristo, Aquel que resucitó. Este Espíritu suplió a Pablo, lo apoyó en sus sufrimientos y le permitió regocijarse. Por tanto, Pablo pudo decir en Filipenses 1:20 y 21 “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”.

EL ESPIRITU DE VIDA CON LAS RIQUEZAS DE LA VIDA DIVINA

  Leamos Romanos 8:2 “Porque la ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte”. En realidad, este versículo no especifica que el Espíritu de vida contiene los elementos de la vida divina. En el Espíritu de vida tenemos las riquezas de la vida divina.

El ESPIRITU VIVIFICANTE CON LA IMPARTICION DE LA VIDA DIVINA

  1 Corintios 15:45 declara que Cristo como el último Adan, se hizo un Espíritu vivificante. Luego 2 Corintios 3:6 declara que “la letra mata, pero el Espíritu vivifica”. Estos versículos enseñan que el Espíritu es también el Espíritu vivificante. Este es el Espíritu con la imparticion de la vida divina.

  El Espíritu vivificante tiene la capacidad de darnos vida. Ahora tenemos la vida dentro de nosotros sin la capacidad de impartir esta vida a los demás. Sin embargo, el Espíritu de vida es también el Espíritu vivificante. Ese titulo indica que El tiene la capacidad de impartir vida. Por lo tanto, en este titulo del Espíritu queda implícito el elemento de la imparticion de vida.

El SEÑOR ESPIRITU CON LOS ELEMENTOS DE LA ASCENSION Y EL SEÑORIO

  Leamos 2 Corintios 3:18 “Mas nosotros todos a cara descubierta, mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, como por el Señor Espíritu”. En este versículo, Pablo no menciona el Espíritu de Dios, ni el Espíritu Santo, ni el Espíritu de vida. El se refiere mas bien al Señor Espíritu. El elemento del señorío está incluido en ese aspecto del Espíritu. El Señor Jesús llegó a ser el Señor después de Su ascensión a los cielos. Eso significa que un hombre de Nazaret llamado Jesús fue hecho Señor de todos. Este señorío se encuentra ahora en el Espíritu. En el Señor Espíritu, tenemos los elementos de la ascensión y del señorío.

EL ESPIRITU DE GRACIA CON EL ELEMENTO DEL DISFRUTE DEL DIOS TRIUNO

  El Espíritu compuesto es también el Espíritu de gracia (He. 10:29). El Espíritu de gracia contiene el elemento del disfrute del Dios Triuno. Este Elemento es la gracia.

LOS SIETE ESPIRITUS CON LA INTENSIFICACION SEPTUPLE

  Leamos Apocalipsis 1:4 “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: gracia y paz a vosotros de parte de Aquel que es, que era y que Ha de venir, y de los Siete Espíritus que están delante de su trono”. El Espíritu no contiene solamente el elemento de imparticion de vida, sino también El de intensificación. Los siete Espíritus del libro de Apocalipsis implican el Espíritu con el elemento de intensificación septuple.

El ESPIRITU CON TODOS LOS ELEMENTOS DE LOS TITULOS: EL ESPIRITU TODO-INCLUSIVO

  Cuando juntamos todos los aspectos y elementos del Espíritu, tenemos una totalidad, un agregado, conocido en el Nuevo Testamento como el Espíritu, (Ro. 8:16, 23, 26, 27: Gá. 3:14; 5:16-18, 22, 25; 1 P. 1:2; Ap. 2:7; 14:13; 22:17). Así como la Biblia es el libro por excelencia, el Espíritu de Dios ahora es el Espíritu. El Espíritu es todo-inclusivo, procesado y compuesto. Este Espíritu es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jehová, el Espíritu Santo, el Espíritu de realidad, el Espíritu de Jesús, el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Jesucristo, el Espíritu de vida, el Espíritu vivificante, el Señor Espíritu, el Espíritu de gracia y los siete Espíritus.

  Hemos visto que en la época de Juan 7:39, aun no había el Espíritu. Esto fue antes de la crucifixión y glorificación del Señor Jesús en resurrección, pero ahora nosotros los creyentes en Cristo podemos cumplir nuestro destino: disfrutar al Espíritu, y este Espíritu se convertirá en ríos de agua viva corriendo en nuestro interior. Juan 7:38 y 39 enseñan que el Espíritu, el Espíritu todo-inclusivo, se convertirá en ríos de agua viva corriendo en nuestro interior. Eso significa que en nuestra experiencia, el Espíritu único se convertirá en muchos ríos de agua viva. Este es el disfrute del Espíritu.

  En sus escritos, Juan, Pablo y Pedro hablan del Espíritu. Pablo usa la expresión el Espíritu mas que cualquier otro titulo del Espíritu. En 1P. 1:2, Pedro no habla de la santificación del Espíritu Santo sino de la santificación del Espíritu. La razón es sencilla: el Espíritu Santo no es tan rico como el Espíritu todo-inclusivo. En el libro de Apocalipsis, Juan no usa los títulos: El Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor, ni el Espíritu Santo. El usa solamente dos títulos del Espíritu: los siete Espíritus y el Espíritu. El menciona los siete Espíritus en Apocalipsis 1:4; 4:5; y 5:6. En los capítulos dos y tres, él menciona repetidas veces el titulo el Espíritu. Lo encontramos también en Apocalipsis 14:13 y por última vez en Apocalipsis 22:17. Leamos este ultimo versículo: “Y el Espíritu y la novia dicen: ven”. Esto revela que el Espíritu como totalidad del Dios Triuno se ha hecho uno con la iglesia, la cual está plenamente madura ahora para ser la novia. Por tanto, el Espíritu y la novia son uno y hablan juntos. ¡Cuan maravilloso es esto!

  En cuanto a la predicación anterior del evangelio a Abrahán, Gálatas 3:14 declara: “ Para que en Cristo Jesús la bendición de Abrahán alcanzara a los gentiles, a fin de que por medio de la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”. Cuando Dios predicó el evangelio a Abrahán, El le prometió el Espíritu. Una vez mas, en Gálatas 3:14, no tenemos el Espíritu de Dios, ni el Espíritu del Señor, ni el Espíritu Santo. En este versículo, vemos el Espíritu porque el Espíritu era la única bendición de la economía neotestamentaria que Dios había prometido a Abrahán. Eso significa que Dios predicó a Abrahán el evangelio del Espíritu.

  Hemos señalado que en la Biblia, el Espíritu es la consumación del Dios Triuno después del proceso que pasó para convertirse en el Espíritu todo-inclusivo, compuesto y vivificante. Por tanto, el Espíritu es el mismo Dios Triuno. Sin embargo, no es el Dios Triuno sin el proceso por el cual El pasó. El Espíritu es el Dios Triuno después de pasar por el proceso de la encarnación, del vivir humano, de la crucifixión, de la resurrección y la ascensión. Al pasar por este proceso, el Dios Triuno es ahora este Espíritu consumado como la bendición del Nuevo Testamento. El Espíritu es la bendición de la economía de Dios. Primero el evangelio con esta bendición fue predicado a nuestro padre Abrahán. Ahora, como hijos de Abrahán, debemos seguir sus pasos y disfrutar al Espíritu como la única bendición de la economía neotestamentaria de Dios.

LA FUNCION DEL ESPIRITU COMPUESTO

  Después de ver los elementos del Espíritu compuesto, podemos añadir una palabra acerca de la función de este Espíritu. La función del Espíritu compuesto consiste en ungir la morada de Dios con su mobiliario y utensilios (Éx. 30:26-29) y ungir al sacerdocio de Dios (30:30). Esto indica que el Espíritu compuesto sirve para el edificio de Dios y para Su sacerdocio. Si no somos consagrados al edificio de Dios y al sacerdocio, no podemos participar del Espíritu compuesto, aun cuando tuviésemos algún disfrute y participación del Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor y el Espíritu Santo. Solo los consagrados al edificio de Dios y al sacerdocio de Dios pueden disfrutar al Espíritu compuesto todo-inclusivo y procesado. Todos los ingredientes, todos los ricos elementos del Espíritu compuesto son destinados a la casa de Dios y a Su sacerdocio.

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