Es decir, el mar Mediterráneo. Según este versículo, los linderos de la tierra de Israel fueron establecidos por Dios y abarcan desde el mar Mediterráneo hasta el Éufrates, donde Irak está hoy (Cfr. Gn. 15:18; Éx. 23:31). Esto se cumplirá durante la restauración de Israel, después de la segunda venida de Cristo (Mt. 17:11; 19:28; Hch. 1:6; 3:21; 15:16).
