Mientras que el año treinta (v. 1) correspondía a los años contados desde el nacimiento de Ezequiel, el quinto año mencionado aquí corresponde a los años contados desde el año del cautiverio del rey Joaquín (2 R. 24:8-16). Ezequiel también fue llevado al cautiverio ese mismo año. Así pues, a partir de este versículo y hasta el final del libro los años son contados a partir del inicio del cautiverio. Cinco años después de ser llevado al cautiverio, Ezequiel comenzó a ver las visiones presentadas en este capítulo. Durante los años siguientes, él continuó viendo visiones con respecto a la posterior captura de Jerusalén, la cual tuvo lugar en el onceavo año del reinado de Sedequías, quien había reemplazado a Joaquín como rey de Judá (2 R. 24:17-20; 25:1-21). Mientras Ezequiel estaba en cautiverio, fue llevado en el Espíritu de regreso a Jerusalén para que viera los eventos venideros. Antes que Nabucodonosor viniera a Jerusalén, quemara la ciudad, destruyera el templo y llevara a Sedequías al cautiverio, Ezequiel vio todos estos eventos en sus visiones.
