Lit., los sacerdotes los levitas. Así también en todo este libro. La investigación era conducida principalmente por el sacerdote. Primero, el sacerdote se presentaba ante Dios y permanecía con Él. Segundo, en presencia de Dios el sacerdote consideraba la palabra santa de Dios. Tercero, los sacerdotes levíticos poseían el pectoral que contenía el Urim y el Tumim (Dt. 33:8), el cual podía iluminarlos en ese momento (Éx. 28:30 y las notas). Finalmente, en virtud de la presencia de Dios, la palabra de Dios y el Urim y el Tumim, el sacerdote comprendía claramente cuál era el juicio divino y se lo comunicaba al juez encargado. Entonces, el juez juzgaba conforme a lo que el sacerdote había recibido de parte de Dios y le había comunicado. Por tanto, el juicio sobre un caso en particular era dado mediante el hombre, pero procedía de Dios y era conforme a Dios mismo, es decir, era propio de una teocracia. Véase la nota Dt. 16:181.