Con respecto a los vs. 1-13, véanse las notas de Nm. 35:9-34.
Con respecto a los vs. 1-13, véanse las notas de Nm. 35:9-34.
Lit., hiera en lo concerniente al alma. Así también en el v. 11.
Al final, la tierra fue repartida echando suertes (Jos. 14:2 y la nota) y se establecieron los correspondientes mojones. Desplazar tales mojones equivalía a cambiar lo dispuesto por Dios. Esto es abominable a los ojos de Dios. En lugar de ser ambiciosos y usurpar la porción de otro, debemos aprender a contentarnos con la porción de Cristo que Dios dispuso para nosotros. Cfr. Ro. 12:3; 2 Co. 10:13-16.