El matrimonio tiene como finalidad la existencia del hombre y su reproducción (cfr. Gn. 1:28). Dios honra el matrimonio y aborrece todo lo que atente contra éste.
El matrimonio tiene como finalidad la existencia del hombre y su reproducción (cfr. Gn. 1:28). Dios honra el matrimonio y aborrece todo lo que atente contra éste.
cfr. Lv. 13—14
Este juicio nos revela la equidad de Dios. Todos los aspectos concernientes al gobierno divino ejercido entre los hijos de Israel nos muestran que Dios es un Dios de equidad; como tal, Él no permitirá que injusticia alguna se suscite entre Su pueblo.