Mostrar cabecera
Ocultar сabecera
+
!
NT
-
Rápida transición a las notas a los libros del Nuevo Testamento
AT
-
Rápida transición a las notas a los libros del Antiguo Testamento
Cap.
-
Capítulos de libros «El Evangelio de Juan»
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
21
Чтения
Marcadores
Mis lecturas
  • Al final del cap. 20, el Señor había regresado como el Espíritu, Cristo pneumático, para estar con los discípulos y ser todo para ellos. Por lo tanto, el Evangelio de Juan puede considerarse concluido allí (Jn. 20:30-31). Pero ahora, ¿cómo iban a ganarse la vida los discípulos? ¿Qué debían hacer para llevar a cabo Su comisión? ¿Cómo debían seguirlo después de Su resurrección? ¿Cuál sería el futuro de ellos? Este capítulo adicional es necesario para tratar estos problemas.

  • Esto demuestra que Su venida a los discípulos en Jn. 20:26, en realidad era una manifestación, ya que aquí dice que Él se manifestó de nuevo a los discípulos. De nuevo estaba enseñándoles a vivir en Su presencia invisible. No era asunto de Su venida, sino de Su manifestación. Ya fuera que ellos estuvieran conscientes de Su presencia o no, Él estaba con ellos continuamente. Por la debilidad de ellos, Él manifestó algunas veces Su presencia a fin de fortalecer la fe que tenían en Él.

  • Es decir, Gemelo.

  • Es probable que por causa de la prueba relacionada con la necesidad de ganarse el sustento, Pedro regresó a su antigua ocupación desviándose así del llamamiento del Señor (Mt. 4:19-20; Lc. 5:3-11).

  • Durante toda la noche Pedro y los hijos de Zebedeo (Juan y Jacobo) no pescaron nada, aunque todo estaba a su favor: eran pescadores, el mar de Tiberias era grande y estaba lleno de peces, y la noche era el tiempo ideal para pescar. ¡Esto fue un milagro! Seguramente el Señor les mandó a todos los peces que se apartaran de la red.

  • Lit., Niños.

  • En el texto griego está implícito que se refiere a pescado.

  • Cuando los discípulos estaban en la posición correcta, como en Lc. 24:41-43, ellos tenían —incluso en la casa— más peces de los que necesitaban, así que le habían ofrecido un pedazo al Señor. Sin embargo, aquí se habían apartado del camino; por eso, después de intentar toda la noche, no habían pescado nada —y eso que estaban en el mar—, ¡no tenían ni un solo pescado!

  • La mañana (v. 4) no era el tiempo apropiado para la pesca; no obstante, cuando ellos obedecieron la palabra del Señor y echaron la red, cogieron peces en abundancia. ¡Esto indudablemente fue un milagro! Seguramente el Señor ordenó a los peces que entraran a la red.

    En Lc. 5:3-11 el Señor llamó a Pedro por medio de un milagro de pesca. Aquí lo restauró a Su llamamiento con otro milagro de pesca. Él es firme en Su propósito.

  • O, solamente tenía su ropa interior.

  • Es decir, unos 100 metros.

  • Aquí el Señor adiestraba a Pedro para que tuviera fe en Él en cuanto a su sustento. Pedro y los que estaban con él intentaron toda la noche, pero no pescaron nada. Luego, por la palabra del Señor, ellos echaron la red y cogieron una gran cantidad de peces. No obstante, sin estos peces, e incluso estando en tierra firme, donde no hay peces, el Señor preparó pescado y hasta pan para los discípulos. ¡Esto también fue un milagro! Con esto el Señor los adiestró para que reconocieran que si Él no los guiaba, no pescarían nada aunque fueran al mismo mar donde siempre hay peces, y lo hicieran en la noche, el mejor tiempo para pescar; pero si seguían la dirección del Señor, Él podría proveer peces para ellos, aunque fuera en tierra firme, donde no hay peces. Aunque ellos recogieron muchos peces conforme a la palabra del Señor, Él no usó esos peces para alimentarlos. Esto fue una verdadera lección para Pedro. En cuanto al sustento, él necesitaba creer en el Señor, quien llama las cosas que no son como existentes (Ro. 4:17).

  • Esto indica el cuidado y la gracia de parte del Señor para suplir las necesidades de Sus llamados.

  • En la provisión del Señor, el pan representa las riquezas de la tierra, y los peces, las riquezas del mar.

  • Aquí el Señor estaba restaurando el amor de Pedro para con Él. Pedro tenía un corazón que amaba al Señor, pero tenía mucha confianza en su propia fuerza natural. Su amor por el Señor era precioso, pero su fuerza natural debía ser negada y quitada de en medio. El Señor permitió que Pedro fracasara completamente, cuando éste le negó en Su presencia tres veces (Jn. 18:17, 25, 27), a fin de doblegar la fuerza natural de Pedro y su confianza en sí mismo. Además, Pedro acababa de tomar la iniciativa en retirarse del llamamiento del Señor. Seguramente este fracaso sirvió para reducir la confianza natural que Pedro tenía con respecto a su amor por el Señor; es probable que Pedro se sintiera un tanto decepcionado por ello. Así que, el Señor vino a restaurar el amor de Pedro para con Él, a encargarle el pastoreo de Su iglesia y a prepararlo para el martirio, a fin de que le siguiera sin poner su confianza en su fuerza natural.

  • La palabra griega se refiere a un amor más elevado y más noble. Así también en la primera mención de amor en el v. 16.

  • La palabra griega denota un amor íntimo. Así también la segunda mención de amor en el v. 16, y en todas las veces que aparece en el v. 17.

  • En el cap. 15 llevar fruto equivale al fluir rebosante de las riquezas de la vida interior. Aquí, apacentar a los corderos es alimentarlos con las riquezas de la vida interior. Para alimentar a otros, necesitamos disfrutar nosotros de las riquezas de la vida divina del Señor. Esto requiere que lo amemos. Creer en el Señor es recibirlo; amar al Señor es disfrutarlo. El Señor vino como nuestra vida y nuestro suministro de vida. Necesitamos tener fe en Él y amarlo. El Evangelio de Juan presenta estas dos cosas como los dos requisitos para participar del Señor.

  • Lit., corderitos.

  • El pastoreo se lleva a cabo a favor del rebaño (Jn. 10:14, 16), el cual es la iglesia (Hch. 20:28); así que, está relacionado con el edificio de Dios (Mt. 16:18). Más adelante, Pedro indica esto en su primera epístola al decir que el crecimiento producido al alimentarse uno de la leche pura de la palabra, tiene como fin la edificación de la casa de Dios (1 P. 2:2-5), y exhorta a los ancianos a apacentar el rebaño de Dios (1 P. 5:1-4).

  • Algunos mss. dicen: ovejitas. Así también en el v. 17.

  • Quizás al hacerle a Pedro la pregunta tres veces, el Señor le estaba recordando cómo lo había negado tres veces.

  • La primera vez que aparece sabes en este versículo se refiere a estar conscientes interna y subjetivamente; la segunda, al conocimiento externo y objetivo. Véase la nota Jn. 8:551.

  • Esto puede referirse a que él se fue a pescar en el v. 3.

  • Más tarde, Pedro mencionó esto (2 P. 1:14). Lo que el Señor quería aquí, era preparar a Pedro para que lo siguiera hasta la muerte, mas no por sí mismo ni por su propia fuerza de voluntad.

  • El Señor estaba allí con los discípulos. ¿Cómo, pues, podía decir: “hasta que Yo venga”? Puesto que Él estaba allí, no necesitaba venir. Si lo que Él quería decir era que los iba a dejar y que más tarde regresaría, ¿cómo entonces les pudo decir: “Sígueme tú”? ¿Cómo iban a seguirlo? La respuesta a todas estas preguntas se relaciona con Su presencia invisible. En cuanto a Su presencia visible, Él los dejaría y más tarde regresaría. Pero en cuanto a Su presencia invisible, Él estaría con ellos todo el tiempo. Por un lado, el estaría con ellos, y por otro, estaría ausente. Así que, por una parte, ellos podían seguirlo, y por otra, tenían que esperar Su regreso.

    El Señor, después de Su resurrección, permaneció cuarenta días con Sus discípulos (Hch. 1:3-4) con el fin de adiestrarlos para que se percataran de Su presencia invisible, la practicaran y vivieran por ella. En el v. 23, el Señor indica que algunos de Sus creyentes lo seguirían hasta la muerte, y que algunos permanecerían, es decir, vivirían hasta que Él regresara.

  • El período abarcado en los últimos dos capítulos del Evangelio de Juan es amplio. Comienza con el descubrimiento de la resurrección del Señor, y termina con Su regreso. Entre estos dos eventos, se encuentran todos los asuntos relacionados con la vida cristiana durante la era de la iglesia, a saber: buscar al Señor con amor hacia Él; ver al Señor en resurrección; recibir la revelación de lo que produjo la resurrección del Señor —que Su Padre es nuestro Padre y que nosotros somos Sus hermanos— al experimentar Su manifestación; reunirnos con los creyentes para disfrutar la presencia del Señor; recibir el Espíritu Santo como soplo de parte del Señor y ser enviados por el Señor con Su comisión y autoridad para representarlo; aprender a vivir por fe en el Señor y a confiar en Él en cuanto a nuestro sustento diario; amar al Señor, después de que nuestra fuerza natural es quebrantada; pastorear el rebaño para que la iglesia sea edificada; practicar el vivir en la presencia invisible del Señor, donde algunos siguen al Señor hasta la muerte para así glorificar a Dios, no por su propia iniciativa, sino según el guiar del Señor, y donde algunos viven hasta Su regreso.

  • Este versículo, junto con Jn. 20:30-31, afirma que el Evangelio de Juan es la crónica de algunos eventos selectos cuyo propósito es dar testimonio de la vida y la edificación.

    En la nota Mt. 28:202c, párr. 2, se nos señala que la ascensión del Señor no se menciona en Juan ni en Mateo. La razón por la cual no se menciona es que hoy en día, después de Su resurrección, el Señor todavía está en la tierra con Sus creyentes y permanecerá con ellos hasta el final de esta era, cuando Él se manifieste en Su gloria visible (1 P. 1:7; 2 Ts. 1:7), es decir, cuando Él regrese a la tierra en Su presencia visible (Mt. 16:27), para establecer Su reino visible. El Evangelio de Mateo revela y testifica que hoy, después de la resurrección, el Señor, quien es el Rey espiritual del reino invisible de los cielos, todavía está en la tierra en Su Espíritu de resurrección con el pueblo del reino de los cielos en Su presencia invisible; por lo tanto, Mateo no menciona Su ascensión de la tierra a los cielos. El Evangelio de Juan revela y testifica que el Señor, como el Dios Triuno, se hizo carne (Jn. 1:14) para ser el Cordero de Dios (Jn. 1:29) y, después de efectuar Su muerte redentora a favor del hombre, se transfiguró en resurrección para llegar a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) y entrar en aquellos que crean en Él, a fin de ser la vida de ellos por la eternidad, para nunca separarse de ellos; por lo tanto, habría sido inapropiado que Juan hablara de Su partida en ascensión.

    Además, los cuatro Evangelios son una revelación completa de cómo el Dios Triuno vino para completar a Cristo, es decir, para hacer que Cristo fuera completo. El relato del Evangelio de Juan es crucial en este asunto. Nos muestra que el completamiento de Cristo, quien fue ungido y comisionado por Dios para cumplir Su propósito eterno, llevado a cabo por el Dios Triuno que se hizo carne a fin de unirse con el hombre. En primer lugar, por medio de Su muerte en la carne, Él efectuó la redención a favor del hombre, y luego por medio de la resurrección se transfiguró para llegar a ser el Espíritu a fin de poder entrar en los creyentes (Jn. 20:22) y unirse con ellos, para que ellos sean unidos al Dios Triuno (Jn. 17:21). Así, Él llegó a ser el Cristo, la corporificación de Dios, y puede quitar los pecados de los hombres y entrar en ellos para ser su vida a fin de que lleguen a ser hijos de Dios y miembros Suyos que constituyan Su Cuerpo como la plena expresión del Dios Triuno. Por consiguiente, Él está en ellos para ser toda su realidad y para estar con ellos de una manera invisible hasta que sus cuerpos sean redimidos y transfigurados, a fin de que ellos puedan entrar en Su presencia visible para ser completamente unidos a Él y ser exactamente iguales a Él y para llegar a ser la Nueva Jerusalén, la cual está por completarse, la morada mutua del Dios Triuno y Su pueblo redimido por la eternidad.

Biblia aplicación de android
Reproducir audio
Búsqueda del alfabeto
Rellena el formulario
Rápida transición
a los libros y capítulos de la Biblia
Haga clic en los enlaces o haga clic en ellos
Los enlaces se pueden ocultar en Configuración