O, salvado tu vida. Así también en el v. 21.
O, salvado tu vida. Así también en el v. 21.
En medio de Sus juicios sobre Israel, Dios manifestó misericordia a Su pueblo y les proveyó un número de cosas:
1) en Su misericordia Dios estableció centinelas, tales como Ezequiel, que hicieran advertencias al pueblo (Ez. 33:7);
2) antes de ejecutar Sus juicios, Dios envió a Su ángel para marcar a quienes le buscaban, aquellos que suspiraban y gemían con respecto a toda la pecaminosidad y las maldades en la ciudad de Jerusalén, de modo que ellos no fueran muertos (Ez. 9:4);
3) Dios resguardó y mantuvo un remanente entre quienes estaban dispersos en el cautiverio (Ez. 6:8-9);
4) Dios mismo fue el santuario temporal para Su pueblo disperso y cautivo (Ez. 11:16);
5) Dios prometió a quienes estaban en cautiverio que un día Él los llevaría de regreso a su tierra (Ez. 11:17) para que le sirvieran en el monte de la altura de Israel (Ez. 20:40), que tipifica al Cristo resucitado y ascendido y
6) a fin de dar esperanza y alentar a Su pueblo, Dios les profetizó que Cristo vendría como un renuevo que se convertiría en cedro (Ez. 17:22-23), como el cetro de Judá (Ez. 21:10), como Aquel que tiene el derecho a heredar el reino de Israel (Ez. 21:27) y como cuerno de la casa de Israel que vendría a fin de librarlos de toda opresión y esclavitud (Ez. 29:21).
El resultado final del juicio de Dios sobre Israel será hacer que ellos se vuelvan a Cristo y ganen a Cristo a fin de que Cristo llegue a serlo todo para ellos (Zac. 12:10; Ap. 1:7). Debido a que Israel se unirá a Cristo, Israel ascenderá de una posición de humillación a una posición muy elevada en la que tendrá a Cristo como la autoridad para sobrepasar a todas las naciones y autoridades de la tierra. Por causa de Cristo, la nación de Israel será restaurada, y Cristo será el Rey (Is. 2:2-4 y las notas).