Es decir, sepulcros.
Es decir, sepulcros.
Árboles usados en la adoración de ídolos.
Refugiarse en el Señor es entrar en Él y permanecer en Él a fin de disfrutarle. Cuando permanecemos en el Señor tomándole como nuestro refugio, le disfrutamos y, finalmente, habremos de heredarle como la tierra y le poseeremos como monte elevado.
Véase la nota Is. 66:11.
La condición maligna en que se encuentran los malvados consiste en no venir al Señor a fin de comerle y disfrutarle (cfr. Is. 55:1-2). Ellos hacen muchas cosas, pero no vienen a contactar al Señor, a tomarle, a recibirle, a gustar de Él y a disfrutar de Él. A los ojos de Dios, no hay maldad mayor que ésta. Cfr. la nota Is. 55:71.