Lo dicho por Jeremías a Jehová en 15:10—17:27 indica que había algo en Jeremías que era diferente del pensamiento de Dios concerniente a Israel. Es posible que Jeremías sintiera que el juicio de Dios sobre Israel era demasiado severo. Después de escuchar las quejas de Jeremías (Jer. 15:10), Dios vino a hablarle para indicarle que Él estaba resuelto a usar a los babilonios como hierro con el cual juzgaría y castigaría a Israel (Jer. 15:12). Inmediatamente después de la experiencia tenida al argumentar con Dios, Jeremías escribió la sección de su profecía donde habla de Jehová como el Alfarero soberano, quien tiene derechos absolutos sobre Israel por ser éste Su objeto de alfarería (vs. 1-10; cfr. Ro. 9:20-23). Jehová, el Alfarero soberano, puede trabajar con la casa de Israel, como barro en Sus manos, procediendo de diversas maneras según la condición en que se encuentre Israel (vs. 6-10). Así fue corregido el concepto que tenía Jeremías.