Véase la nota Jer. 7:121a.
Véase la nota Jer. 7:121a.
Es decir, el templo.
El objetivo de Dios al enviar a Jeremías era traer a Israel de regreso directamente a Dios, quien es el origen, la fuente, de aguas vivas (Jer. 2:13), a fin de que ellos pudieran recibir Su impartición. Aunque Jeremías mismo fue resguardado, a causa de las diferentes opiniones que la gente tenía con respecto a Jeremías, no se pudo lograr nada que contribuyera a la realización del objetivo de Dios. Todas esas opiniones diferentes distrajeron a las personas de Dios mismo y las mantuvieron alejadas de Su impartición. Las distracciones son estratagemas del diablo para impedir que el pueblo de Dios reciba la impartición divina.