El gozo es algo interno; una corona es algo que se manifiesta exteriormente. Los creyentes eran tanto la felicidad interna del apóstol como su gloria manifestada externamente.
El gozo es algo interno; una corona es algo que se manifiesta exteriormente. Los creyentes eran tanto la felicidad interna del apóstol como su gloria manifestada externamente.
En la manera presentada por el apóstol en el capítulo anterior.
Esto indica que había disensión entre estas dos hermanas, ellas no tenían el mismo sentir. Es por esto que en este libro hay una exhortación a combatir con una sola alma junto con el evangelio personificado (Fil. 1:27), a estar unidos en el alma, a tener un único pensamiento (Fil. 2:2), y a tener el mismo modo de pensar de ir en pos de Cristo (Fil. 3:14-15).
Se refiere a los dos bueyes que tiran de un arado y es usado aquí a manera de metáfora. Compañero de yugo se refiere a estar unido en yugo a otro para llevar una carga común.
Ayudarles a tener un mismo sentir en el Señor, y por ende, a ser uno.
Laboraron en compañía, combatieron juntos, lucharon al lado, como un equipo de atletas.
Un registro celestial de los redimidos en Cristo.
La exhortación del apóstol en los vs. 5-9 debe ser la expresión externa de la realidad interna de nuestra experiencia de Cristo, de la cual él habló en los caps. 1—3.
Es decir, lo razonable, lo atento y lo considerado que uno sea en su trato con otros, sin ser estricto en reclamar sus legítimos derechos. Esto está en contraste con la ambición egoísta y la vanagloria (Fil. 2:3) y con las murmuraciones y argumentos (Fil. 2:14); es Cristo mismo como una virtud excelente vivida y expresada en los creyentes.
Cercano en espacio y tiempo. En cuanto a espacio, el Señor está cercano a nosotros, listo para ayudarnos. En cuanto a tiempo, el Señor está cerca, viene pronto.
Es decir, preocupados. Los afanes, provenientes de Satanás, son la suma total de la vida humana y perturban la vida que los creyentes llevan al vivir a Cristo; ser comprensivos es la suma de una vida en que se vive a Cristo y es algo que proviene de Dios. Estas dos son contrarias.
La oración es general y su esencia es la adoración y la comunión; la súplica es especial, y se hace por necesidades específicas.
No dice y sino con. Tanto nuestra oración como nuestra súplica deben ir acompañadas de nuestras acciones de gracias al Señor.
El resultado de practicar la comunión con Dios en oración es que disfrutamos de la paz de Dios. La paz de Dios es en realidad Dios como paz (v. 9) infundido en nosotros mediante nuestra comunión con Él por medio de la oración; esta paz contrarresta los problemas y es el antídoto para los afanes (Jn. 16:33).
O, montar guardia. El Dios de paz patrulla continuamente nuestros corazones y pensamientos en Cristo, preservándonos en calma y tranquilidad.
El corazón es la fuente; los pensamientos son el resultado.
Éticamente verdadero. No se refiere a lo que es verdad por ceñirse a los hechos.
Es decir, venerable, digno de reverencia, noble, serio; evoca la idea de dignidad, lo cual inspira y produce reverencia.
En el sentido de rectitud, no de justicia, tanto delante de Dios como de los hombres.
Es decir, sencillo en intención y acción, sin contaminación alguna.
Es decir, que puede ser amado, asentido, querido.
Es decir, de buena reputación, atractivo, encantador, cortés.
Significa excelencia, o sea, energía moral exhibida en una acción vigorosa. Véase la nota 2 P. 1:311f y la nota 2 P. 1:54c.
Es decir, algo que merece alabanza y que acompaña a la virtud. Los primeros seis aspectos están encabezados por todo lo que es; los dos últimos, por si hay alguna. Esto indica que los últimos dos aspectos son un resumen de los primeros seis, en todos los cuales hay algo de virtud o excelencia y algo digno de alabanza.
Pensad, tened en consideración.
No solamente aprender sino también recibir.
No solamente oír sino también ver.
Los creyentes no sólo deben pensar en las cosas mencionadas en el v. 8 sino también deben poner en práctica lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en el apóstol.
El Dios de paz es el origen de todo lo mencionado en los vs. 8-9. Por nuestra comunión con Él y por tenerle con nosotros, todas estas virtudes brotarán en nuestra vida.
La palabra griega significa retoñar y florecer, lo cual implica que el modo de pensar de los creyentes filipenses para con el apóstol era un asunto de vida. Durante algún tiempo su interés por Pablo se había enfriado. Pero cuando Pablo escribió esta epístola, el interés que ellos tenían para con él había empezado a florecer de nuevo, igual que una planta que echa brotes y florece.
Ser autosuficiente, estar satisfecho en sí mismo. Este término era usado por los estoicos, quienes enseñaban que una persona debe estar contenta en toda circunstancia. Este contentamiento es lo opuesto a la práctica de los epicúreos, mencionada en Fil. 3:18-19.
Es decir, en circunstancias difíciles.
Vivir en abundancia.
En todas las cosas significa en cada asunto; en todo significa en todos los asuntos en conjunto. Puestas juntas, estas dos frases abarcan todas las cosas que se hallan en el transcurso de la vida humana. Pablo había aprendido la clave para experimentar a Cristo: experimentarle en todas las cosas y en todo lugar.
Lit., he sido iniciado. La metáfora aquí usada se refiere a una persona que es iniciada en una sociedad secreta, a la que se le da instrucciones en sus principios rudimentarios. Después que Pablo se convirtió a Cristo, fue iniciado en Cristo y en el Cuerpo de Cristo. Luego aprendió el secreto, esto es: aprendió cómo tomar a Cristo como vida, cómo vivir a Cristo, cómo magnificar a Cristo, cómo ganar a Cristo y cómo tener la vida de iglesia, todo lo cual constituyen principios rudimentarios.
Satisfecho.
Abundar, darse abasto, tener más de lo suficiente.
Estar en escasez, sufrir privación.
Pablo era una persona que estaba en Cristo (2 Co. 12:2), y deseaba que otros lo hallaran en Cristo. Luego declaró que lo podía todo en Cristo, el mismo Cristo que lo revestía de poder. Ésta es una palabra todo-inclusiva y concluyente en cuanto a su experiencia de Cristo. Esto es el reverso de la palabra del Señor en Jn. 15:5 en cuanto a nuestra relación orgánica con Él: “Separados de Mí nada podéis hacer”.
La palabra griega significa hacer dinámico interiormente. Cristo mora en nosotros (Col. 1:27). Él nos reviste de poder, nos hace dinámicos internamente, no desde afuera. Al ser revestido de poder internamente, Pablo podía hacer todas las cosas en Cristo.
Se refiere al encarcelamiento de Pablo (Fil. 1:17).
La provisión de cosas materiales por parte de los creyentes de Filipos les abría una cuenta con el apóstol.
Dar y recibir cosas materiales para atender a las necesidades del apóstol en su obra evangélica.
La iglesia en Filipos era un ejemplo único en cuanto a la suministración para las necesidades del que era enviado para el progreso del evangelio.
Las cosas materiales dadas al siervo del Señor para atender los intereses del Señor.
El resultado de su comunión, de su participación, en la obra evangélica del apóstol. Esto será una recompensa en el día del Señor.
La cuenta abierta en el v. 15. Debemos seguir el ejemplo de los filipenses abriendo dicha cuenta y haciendo que nuestra columna de créditos a favor aumente continuamente con el fruto de nuestros donativos.
Completamente provisto.
Las cosas materiales dadas como suministro para el apóstol.
Las dádivas materiales de los filipenses, obsequiadas para suplir las necesidades del apóstol, eran consideradas por él como un sacrificio a Dios, acepto y agradable (He. 13:16). Al escribirles de su aprecio, Pablo dio a entender que lo hecho por los filipenses a su favor, fue hecho para Dios. Esto implica que él tenía la certeza de que era uno con Dios y que su obra era por Dios y para Dios.
El apóstol en su experiencia tenía la convicción y la certeza de que era uno con Dios y de que Dios era su Dios. Puesto que consideraba los donativos materiales de los filipenses como sacrificios ofrecidos a Dios, creía con certeza que Dios, quien era uno con él y quien era su Dios, recompensaría ricamente a los filipenses.
Abastecer plenamente, satisfacer a lo sumo.
Puesto que los filipenses se ocupaban del enviado de Dios, Dios se ocuparía de todas las necesidades de ellos.
Dios provee para nosotros según Sus riquezas, no según nuestras necesidades. Sus riquezas exceden a nuestras necesidades.
En gloria modifica a suplirá. La gloria es la expresión de Dios; es Dios expresado en esplendor. El rico suministro de Dios para los creyentes, quienes son Sus hijos, expresa a Dios y trae consigo la gloria de Dios. El apóstol les aseguró a los filipenses que Dios supliría abundantemente sus necesidades de tal manera que los introduciría en Su gloria.
En Cristo Jesús también modifica a suplirá. Cristo, Aquel que es todo-inclusivo, es la base, el elemento, la esfera y el canal en el cual y por el cual Dios cuida a Su pueblo conforme a Sus riquezas y en gloria. Esto indica que incluso el dar y recibir bienes materiales de los creyentes está íntimamente relacionado con la experiencia de Cristo.
Dios no es solamente el Dios del apóstol, sino también el Dios de los creyentes.
La gloria es Dios expresado en Su esplendor y excelencia de modo que podamos apreciarlo. Que se dé gloria a Dios significa que Dios es expresado de esta manera. Cuando ofrendamos en Cristo, para Dios y Sus intereses, eso da gloria a Dios no solamente para nuestro disfrute, sino también para que Él sea glorificado.
Véase la nota Mt. 6:135g.
La casa de César incluía a todos los que tenían algo que ver con el palacio de Nerón. Algunos de ellos se habían convertido al tener contacto con Pablo y vinieron a ser creyentes de Cristo en Roma.
Dios en Cristo como nuestra provisión y disfrute, transmitido a nosotros y hecho real en nosotros mediante la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo (Fil. 1:19). Para experimentar a Cristo como lo hacía Pablo, necesitamos esta gracia.
Nuestro espíritu regenerado, en el cual mora el Espíritu de Cristo. Es en nuestro espíritu donde experimentamos y disfrutamos a Cristo como lo hacía Pablo.
Este libro, que trata sobre nuestra experiencia de Cristo, nos hace notar, al comienzo del cap. 1, que es la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo lo que nos capacita para vivir a Cristo, para magnificarle en cualquier circunstancia, a fin de que le disfrutemos como la suprema salvación. Aquí, al final del libro, se nos dice que nuestra experiencia y disfrute de Cristo tiene que ocurrir en nuestro espíritu, el cual ha sido regenerado para ser la morada del Dios Triuno y el vaso que le contiene. Por lo tanto, esto por completo es algo de la unión y mezcla del Dios Triuno procesado, quien ha venido a ser el Espíritu vivificante y todo-inclusivo, con el espíritu de nosotros, los seres tripartitos, quienes estamos siendo transformados por dicho Espíritu. Tenemos que vivir y obrar en nuestro maravilloso espíritu regulados por el Dios Triuno como Espíritu maravilloso. Sólo entonces podremos experimentar y disfrutar al Dios Triuno, quien ha sido procesado mediante la encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión, como la gracia inagotable y suficiente y así lleguemos a ser Su plenitud, Su expresión.