Es decir, sobrevive a todo, mantiene su posición para siempre. El amor sobrevive a todo y mantiene su posición para siempre. Nunca falla, jamás se desvanece ni se agota. Es como la vida eterna de Dios. Todos los dones, ya sean profecías, lenguas o conocimiento, son medios para la operación de Dios; pero no son la vida divina misma, la cual expresa a Dios. Por lo tanto, ellos cesarán y se volverán inútiles. Todos estos dones pertenecen a esta dispensación; sólo la vida, la cual es expresada por el amor, es eterna. Según los versículos siguientes, todos los dones son para los niños, quienes no han alcanzado la madurez, en este siglo. Todos los dones se volverán ineficaces en la era venidera. Sólo el amor es la característica de un hombre maduro y perdurará por la eternidad. Por tanto, cuando vivimos y actuamos por el amor, tenemos un anticipo de la era venidera y de la eternidad.