Aquí la fiesta se refiere a la Fiesta de los Panes sin Levadura como continuación de la Pascua (Éx. 12:15-20). Duraba siete días, lo cual denota un período completo, el mismo que representa todo el curso de nuestra vida cristiana, desde el día de nuestra conversión hasta el día del arrebatamiento. Ésta es una larga fiesta que debemos celebrar, no con el pecado de nuestra vieja naturaleza, la vieja levadura, sino con panes sin levadura, que son el Cristo de nuestra nueva naturaleza como nuestro alimento y disfrute. Sólo Él es el suministro vivo de sinceridad y verdad, absolutamente puro, sin mezcla, y lleno de realidad. La fiesta es un tiempo para disfrutar el banquete. Toda la vida cristiana debe ser tal banquete, un gran disfrute de Cristo como nuestro banquete, el rico suministro de vida.
