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Capítulos de libros «Levítico»
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Mis lecturas
  • Según los vs. 3-9, los sacrificios debían ser ofrecidos a Dios únicamente a la entrada de la Tienda de Reunión delante de Jehová, y su sangre debía ser derramada sobre el altar. Esto significa que nuestra aplicación del Señor Jesús como sacrificio que ofrecemos a Dios y nuestra participación en Su sangre redentora, debe realizarse a la entrada de la morada de Dios (la iglesia) en la tierra y mediante la cruz. En nuestra adoración a Dios, Cristo —quien es el único sacrificio— debe ser aplicado conforme al deseo de Dios y Su economía, dentro de las normas, restricciones y limitaciones fijadas por Él. Aplicar a Cristo fuera de la iglesia, esto es, en el lugar de nuestra preferencia y elección (cfr. Dt. 12:5-6), es abusar de Cristo.

  • Que un hombre sea cortado de entre su pueblo (vs. 4, 9-10, 14) significa ser separado de la comunión del pueblo de Dios (cfr. 1 Co. 5:13).

  • La expiación descrita en el cap. 16 abarcaba cuatro de las cinco ofrendas básicas: la ofrenda por el pecado, la ofrenda por las transgresiones (implícita en la ofrenda por el pecado, Lv. 5:6), el holocausto y la ofrenda de harina. El resultado de estas ofrendas es la ofrenda de paz, mediante la cual el pueblo de Dios disfrutaba de paz con Dios y unos con otros. Véase la nota Lv. 7:372.

  • Rociar la sangre sobre el altar significa que la sangre de Cristo fue derramada en la cruz. Quemar la grosura como aroma que satisface a Jehová significa que las características excelentes de Cristo ascienden como ofrenda a Dios por medio del fuego santo de Dios en calidad de aroma que satisface a Dios.

  • Nunca más ofrecer sacrificios a los demonios en forma de machos cabríos significa nunca más tener comunión con los demonios ni cometer, así, fornicación espiritual (1 Co. 10:20-21).

  • Aquí el verbo prostituirse indica que cuando un israelita (un creyente) hace uso indebido de los sacrificios (Cristo) al ofrecerlos en el lugar elegido por él (fuera de la iglesia), se prostituye. Esto implica prostitución espiritual, fornicación espiritual. Véase la nota Lv. 17:41.

  • Con respecto a la prohibición de comer sangre (vs. 10, 12), véase la nota Lv. 3:171a.

  • Esto significa que toda sangre que pudiera ser obtenida por los hombres pero que no fuera la sangre del Señor Jesús, jamás podrá redimir al hombre de sus pecados, por lo cual deberá ser enterrada, esto es, desechada, abandonada, rechazada.

  • Lit., está con su vida.

  • La sangre de lo que muere en forma natural representa la sangre de quien se sacrifica por el bien de los demás, sangre que no puede redimirnos de nuestros pecados. Únicamente la sangre de Jesucristo, a quien Dios quebrantó en la cruz (Is. 53:10), puede limpiarnos de todo pecado (1 Jn. 1:7).

  • Lit., carne.

  • Ser inmundo hasta el anochecer significa que quien tome cualquier sangre, esto es, acepte cualquier creencia que no sea la creencia en la sangre del Señor Jesús, será inmundo hasta que el asunto sea aclarado y se le ponga fin definitivamente.

  • Esto significa que aquel que haya tomado cualquier otra sangre que no sea la sangre del Señor Jesús, tiene que tomar medidas con respecto a su antiguo comportamiento y a todo cuanto él era en el pasado concerniente a la religión y deberá depurarse. De otro modo, será condenado.

    Comer de sangres diferentes equivale a formar diferentes religiones sobre la base de creencias en diferentes personas. La sangre única dispuesta por Dios es la sangre que Jesucristo derramó en la cruz (Jn. 6:53-55; 1 Co. 10:16, 21a), y la creencia única es creer en el Cristo que murió en la cruz por nosotros (véase la nota Ro. 1:53a).

  • La sangre de lo que fue despedazado por las fieras representa la sangre de quien muere como mártir a manos de personas salvajes, que se comportan como fieras, sangre que tampoco puede redimirnos de nuestros pecados. Únicamente la sangre de Jesucristo, a quien Dios juzgó en la cruz (Is. 53:8), puede lavarnos de nuestros pecados (Ap. 1:5).

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