La expiación descrita en el cap. 16 abarcaba cuatro de las cinco ofrendas básicas: la ofrenda por el pecado, la ofrenda por las transgresiones (implícita en la ofrenda por el pecado, Lv. 5:6), el holocausto y la ofrenda de harina. El resultado de estas ofrendas es la ofrenda de paz, mediante la cual el pueblo de Dios disfrutaba de paz con Dios y unos con otros. Véase la nota Lv. 7:372.
