Los vs. 13-14 indican que la perfidia de un sacerdote para con su esposa daña su sacerdocio. Si un siervo del Señor no puede llevar una vida apropiada en relación con su esposa, su servicio será anulado.
Los vs. 13-14 indican que la perfidia de un sacerdote para con su esposa daña su sacerdocio. Si un siervo del Señor no puede llevar una vida apropiada en relación con su esposa, su servicio será anulado.
A los ojos de Dios, el divorcio es un acto de violencia.
Nuestro espíritu es la fuente de nuestra conducta. A Dios le importa nuestro espíritu (Zac. 12:1), y nosotros tenemos que prestar atención a nuestro espíritu (cfr. Hch. 24:16; Ro. 8:4-6; 2 Co. 2:13).
En el matrimonio, Dios hizo del esposo y la esposa uno solo a fin de producir “la descendencia de Dios”, esto es, hijos piadosos.