Los profetas son magníficos en su hablar con respecto a Cristo, pero no así en su hablar con respecto a otros asuntos. Lo que Miqueas dice aquí con respecto a lo que Jehová requiere de Su pueblo no atañe a la revelación de Dios, sino al concepto que el profeta tiene (cfr. la nota Sal. 1:11a, párr. 2). El concepto divino acorde con la revelación divina presentada en el Nuevo Testamento es que Cristo ha reemplazado la ley (Ro. 10:4), y que el pueblo de Dios debe vivir a Cristo en vez de esforzarse por guardar la ley (Gá. 2:19-20; Fil. 1:20-21a).