Entrar en una maldición significaba que ellos se maldecirían a sí mismos si no guardaban el pacto. Entrar en un juramento significaba que ellos no podían anular el pacto que habían hecho.
Así es como se forman las denominaciones. La dirección principal es salir del sistema; no puede cambiar. "Empecé a darme cuenta de que nuestras prácticas eran diferentes y se desviaban de nuestra visión. Nuestra visión era la misma, nuestra enseñanza era mayormente la misma, la verdad es siempre la misma, pero nuestra práctica realmente era diferente".