Jehová le dijo a Oseas que amara otra vez a Gomer, una mujer dada al adulterio, lo cual simboliza que Jehová amaría nuevamente a los hijos de Israel pese a que ellos se volvieron a otros dioses (otros amantes) y amaron las tortas de pasas (los placeres para el yo). Lo que Oseas hizo en obediencia al mandamiento de Dios con respecto a Gomer fue una confirmación de lo que Dios prometió hacer con respecto a Israel.

Que Gomer permaneciera con Oseas muchos días sin prostituirse ni ser de otro hombre simboliza que los hijos de Israel habrían de permanecer por muchos días sin rey, sin príncipe, sin sacrificio y sin estela (para adorar), sin efod y sin terafines (ídolos en los hogares) (v. 4). Estos “muchos días” comenzaron cuando los babilonios quemaron el templo (2 Cr. 36:19). Desde entonces, Israel estuvo sin rey ni príncipe; más aún, desde entonces hasta el presente los judíos no han adorado ídolos.

Éste es Cristo en el milenio (Ap. 20:6b). Véase la nota Am. 9:11^1b.

Es decir, en la era de la restauración (Mt. 19:28).