En 1 y 2 Crónicas se abarca la genealogía del linaje humano desde Adán hasta Abraham, la genealogía de los elegidos de Dios desde Abraham hasta la familia de Saúl y la historia de Israel desde Saúl, el rey, hasta que Israel regresó del cautiverio. El pensamiento central presentado en estos dos libros es el siguiente: En primer lugar, se presenta un relato cronológico completo del mover de Dios en la historia humana al incluir la genealogía que va desde Adán hasta Samuel (cfr. la cronología en 1 y 2 Samuel y en 1 y 2 Reyes, que comienza con Samuel). Esta cronología indica que el mover que Dios realiza en la historia humana para preparar el camino a fin de llevar a cabo Su economía eterna en la humanidad no atañe solamente a la historia de Sus elegidos, sino también a la historia de la humanidad entera (Mt. 1:1-17; cfr. Lc. 3:23-38). Esto es evidencia contundente de que el Cristo que vendría como corporificación de Dios no estaba destinado solamente a un linaje único, el de los escogidos de Dios, sino a la humanidad entera, el linaje de la humanidad creada por Dios. En segundo lugar, estos libros nos presentan algunos detalles importantes sobre la manera en que Dios trató con los reyes de Judá, detalles que no se mencionan en 1 y 2 Samuel ni en 1 y 2 Reyes (véase la nota 2 Cr. 11:51). Por último, estos libros presentan una historia completa del mover que Dios realiza en la historia humana desde Adán hasta Abraham, desde Abraham hasta Samuel, y desde Samuel, quien introdujo el reinado, hasta que Israel regresó del cautiverio.