En la visión que Dios le dio, David no solamente vio el tamaño de los utensilios, sino también su peso. El tamaño y peso aquí significan que en la iglesia los diferentes aspectos de la experiencia de Cristo así como los diversos dones y funciones de los miembros tienen que ser debidamente proporcionados y equilibrados (cfr. 1 Co. 12:14-31; 14:5-6, 19).
El templo edificado por Salomón no correspondía a ningún diseño humano, pues Dios le había mostrado claramente a David el diseño del edificio (vs. 11-19), del mismo modo en que Él le mostró a Moisés en el monte Sinaí el diseño del tabernáculo (Éx. caps. 25—30; cfr. Gn. 6:14-16; 1 Co. 3:10-12; He. 11:10). Por tanto, Salomón edificó el templo sobre el terreno apropiado (2 Cr. 3:1) conforme al diseño que le fue revelado a David su padre.
Véase la nota Mt. 1:13c.
