Dios abandonó a Saúl, desechándolo como rey sobre Israel (1 S. 15:23), e inmediatamente, envió a Samuel a contactar a un joven, David, quien tendría unos quince años. Esto muestra que mientras Saúl usurpaba el reinado dado por Dios e incluso abusaba de dicho reinado a fin de edificar su propia monarquía, Dios sabía cuál era la situación y estaba haciendo algo maravilloso para preparar a la persona apropiada. Dios visitó en secreto a David, el bisnieto de Booz y Rut (Rt. 4:21-22).
David fue creado y preparado por Dios para ser un hombre conforme al corazón de Dios (1 S. 13:14a); de otro modo, no hubiese sido tal hombre. Sin embargo, como vemos en los caps. 16—17, todavía era necesario que él pasase por el proceso de ser escogido, adiestrado, ungido, probado y aprobado. David tenía treinta años cuando comenzó a reinar (2 S. 5:4). Después que David fue ungido por Samuel, fue probado por unos quince años; en especial, él fue acosado y afligido por Saúl. Al final, David pasó la prueba y fue aprobado por Dios.