Véase la nota Sal. 104:351a. El Sal. 112 es la alabanza que los elegidos de Dios ofrecen por las bendiciones que Dios les da debido a su temor de Dios (vs. 1-2) y a sus virtudes, manifestadas principalmente al dar a los pobres (vs. 4-5, 9; cfr. 2 Co. 9:6-11).