El salmo 137 habla de que Israel se acordaba de Sion y no se olvidaba de Jerusalén (v. 5) al estar en cautiverio. Después de volver de la cautividad, los cautivos tuvieron un dulce recuerdo de su experiencia penosa de cautiverio. En términos de nuestra experiencia espiritual, después que hemos caído y el Señor nos ha hecho volver a Él, en nuestras reminiscencias gustamos de la dulzura de la misericordia del Señor al restaurarnos.
