Los salmos 140—144 tienen como resultado el ensalzamiento y la alabanza a Dios en Sal. 145 con miras al reinado de Dios en Cristo y Su reino (vs. 11-13).
Así es como se forman las denominaciones. La dirección principal es salir del sistema; no puede cambiar. "Empecé a darme cuenta de que nuestras prácticas eran diferentes y se desviaban de nuestra visión. Nuestra visión era la misma, nuestra enseñanza era mayormente la misma, la verdad es siempre la misma, pero nuestra práctica realmente era diferente".