En este salmo David nos dice que Dios lo salvó de su angustia. Sin embargo, la salvación de Dios para Sus creyentes neotestamentarios no consiste principalmente en librarlos de la angustia; más bien, al efectuar Su salvación, Dios sostiene y fortalece a Sus creyentes en medio de sus angustias a fin de que ellos puedan vivir a Cristo y magnificarlo (Fil. 1:19-21a).