Este cimiento divino, que tipifica a Cristo como el único fundamento de Dios para la edificación de Su casa, la iglesia (1 Co. 3:11), está edificado en los “montes santos”, que tipifican a las iglesias locales. Jerusalén fue edificada sobre estos montes santos, y entre estos montes la cumbre más elevada es aquella donde Sion fue edificada, que tipifica a los vencedores en la iglesia. Véase la nota Sal. 48:21b.