Los salmos 93—101 forman un grupo que muestra que Dios recobrará en plenitud Su título de propiedad así como Su derecho sobre la tierra por medio del reinado de Cristo. Dios tiene derecho sobre la tierra debido a que ella con toda su plenitud —todos los diferentes pueblos de toda raza y color— fue creada por Él. Por tanto, Él es el Dueño de la tierra y posee el título de propiedad. Él tiene pleno derecho a reclamar la tierra para Sí y lo hará mediante el reinado de Cristo (cfr. Sal. 2:8; Ap. 10:2; 11:15). Véase la nota Sal. 90:11a.