La reacción de David al informe dado por el joven amalecita (vs. 14-16) indica que él no consideraba a Saúl como su enemigo, sino que siempre lo consideró como el ungido de Dios (véase la nota 1 S. 24:61).
La reacción de David al informe dado por el joven amalecita (vs. 14-16) indica que él no consideraba a Saúl como su enemigo, sino que siempre lo consideró como el ungido de Dios (véase la nota 1 S. 24:61).
Véase la nota 1 S. 1:11.