El libro de Éxodo describe doce conflictos entre Jehová y Faraón (5:1—11:10; 12:29-36). El pueblo de Dios había caído en una vida mundana bajo la usurpación de Faraón. Dios desea que Su pueblo sea Su morada en la tierra; sin embargo, este deseo no puede cumplirse a menos que Su pueblo sea liberado del mundo y apartado para Él. El propósito de Dios en estos doce conflictos con Faraón era ejecutar Su juicio sobre el mundo y su príncipe, además de poner al descubierto ante Su pueblo la naturaleza, el significado y el resultado de llevar una vida en el mundo bajo la usurpación de Faraón, a fin de que Su pueblo aborreciera tal clase de vida (cfr. 1 Jn. 2:15-17), escapara de ella y se congregara en torno al Señor en el monte de Dios para recibir la revelación concerniente a Dios y Su morada (19:1—34:35).