Lit., tus lágrimas. La plenitud de la cosecha representa el producto, la siega de las ricas experiencias de Cristo, obtenido al cultivar a Cristo laborando en Él, la buena tierra (véase la nota Dt. 8:71), y las lágrimas, esto es, el vino y aceite que mana procedente de las prensas (véase la nota Mt. 26:361), representa el fluir desbordante que proviene de nuestra experiencia de Cristo mediante el sufrimiento de la cruz, lo cual produce vino que alegra a Dios y al hombre, así como aceite grato para Dios (cfr. 2 Co. 4:7-12; Fil. 2:17; 2 Ti. 4:6). Estas cosas deben ser ofrecidas sin demora a Dios para Su deleite.