El pacto promulgado en los caps. 29—30 era el pacto que Jehová mandó a Moisés que hiciese con los hijos de Israel en la tierra de Moab, después de haberles proclamado nuevamente la ley y haberles hecho una advertencia con sus correspondientes bendiciones y maldiciones. Este pacto era adicional al que Dios hizo con ellos en Horeb, es decir, en el monte Sinaí. La advertencia servía de recordatorio para el pueblo, mientras que la promulgación del pacto confirmaba dicha advertencia.