Los hijos de Israel debían ser los hijos de Dios (Éx. 4:22), pero en la vida que llevaban ellos no se comportaban como hijos de Dios; más bien, eran torcidos y perversos.
Los hijos de Israel debían ser los hijos de Dios (Éx. 4:22), pero en la vida que llevaban ellos no se comportaban como hijos de Dios; más bien, eran torcidos y perversos.
O, Adán.
De la raíz hebrea que significa recto.
Véanse las notas de 1 Co. 10:20.
Esta palabra es usada con frecuencia para referirse a ídolos (cfr. Jer. 8:19).
Véase la nota Mt. 11:231d.
O, juzgará a Su pueblo.
Esto es según la Septuaginta y otras versiones antiguas. El texto en hebreo dice: haya un refugio sobre vosotros.
O, cabezas.
El cántico de Moisés incluye muchos elementos severos, pero su final es muy positivo. No importa cuán perversos hayan sido los hijos de Israel ni cuánto hayan provocado a ira a Dios, el resultado o desenlace será positivo. A la postre Dios, en lugar de abandonar a Su pueblo, intervendrá para vindicarlos (Is. 2:2-3; Zac. 8:20-23). Esto se aplica tanto a Israel como a los creyentes en Cristo.
Véase la nota Nm. 20:121a.
Véase la nota Dt. 3:261.