Véase la nota Dt. 4:11. En Deuteronomio la ley, los mandamientos, los estatutos y las ordenanzas eran, todos ellos, la palabra de Dios (Sal. 119), y la suma total, el conglomerado, de la palabra de Dios es Cristo (Jn. 1:1, 14). Mientras que a los hijos de Israel se les encargó guardar los mandamientos, estatutos y ordenanzas, hoy nosotros debemos guardar Cristo. Al tomar a Cristo, guardar Cristo y asirnos de Él, nosotros podremos ganar a Cristo, disfrutarle y vivirle (Fil. 3:8; 1:19-21a). Véase la nota Dt. 8:31 y la nota Dt. 30:121a.