El Cristo se refiere a Aquel de quien Dios profetizó en el Antiguo Testamento por medio de los profetas y a quien Sus santos esperaban durante todos los siglos (Jn. 1:41, 45; Lc. 2:25-26; 3:15), Aquel que vendría para hacer la voluntad de Dios (He. 10:5-7).
El Cristo, término que se refiere al Ungido de Dios, alude a la comisión del Señor, mientras que el Hijo del Dios viviente, expresión que denota al segundo del Dios Triuno, habla de Su persona. Su comisión consiste en cumplir el propósito eterno de Dios por medio de Su crucifixión, resurrección, ascensión y segunda venida, mientras que Su persona contiene y expresa al Padre y tiene su consumación en el Espíritu para expresar plenamente al Dios Triuno.