O, Dios; heb. el.
O, Dios; heb. el.
O, los dioses; heb. elohim.
De manera similar a lo hecho en Is. 14:12-15 , donde se identifica a Lucifer (que llegó a ser Satanás) con Nabucodonosor, el rey de Babilonia, los vs. 12-19 de este capítulo consideran al rey de Tiro como figura de Lucifer, con lo cual se proveen detalles adicionales respecto al origen de Satanás. Véanse las notas de Is. 14:12-15.
Sidón era zarza punzante y aguijón doloroso para la casa de Israel (v. 24). Tiro (véase la nota Ez. 26:21b) y Sidón son considerados un par, lo cual indica que si los creyentes aman el mundo y se ocupan de las riquezas mundanas, ellos se volverán espinos y aguijones que dañarán la vida de iglesia, impidiendo el crecimiento de vida en la iglesia, la labranza de Dios (Mt. 13:22; 1 Co. 3:9).
Se refiere a los cielos, los cuales fueron profanados, contaminados, por Satanás en su rebelión contra Dios (véase la nota Col. 1:204 y la nota He. 9:231).
Con respecto al juicio de Dios sobre la rebelión de Satanás, véase la nota Is. 14:151.
La causa de la rebelión de Satanás fue el orgullo (1 Ti. 3:6; cfr. 1 P. 5:5-6). Con respecto a la rebelión de Satanás, véanse las notas de Is. 14:13.
Cfr. la nota Job 1:91.
Véase la nota Ez. 28:131.
No el Arca en la tierra, sino el Arca en los cielos (Ap. 11:19).
Véase la nota Ez. 28:135.
En tiempos antiguos, instrumentos musicales tales como los panderos y las flautas eran sólo para los reyes (Dn. 3:5; 6:18). Esto indica que antes de su rebelión Satanás era un rey, el cual tenía la posición más elevada en el universo preadamítico (cfr. Lc. 4:5-6 y la nota Lc. 4:61; Jud. 1:9 y la nota 3). Satanás era el querubín ungido que cubría el Arca (v. 14; Éx. 25:18-21), lo cual indica que era alguien muy cercano a Dios y portador de la gloria de Dios (He. 9:5), e incluso podría haber sido el sumo sacerdote que servía a Dios y estaba encargado de liderar la adoración universal a Dios (Ap. 4:6-11). Por tanto, Satanás era tanto un rey como un sacerdote (cfr. Ap. 4:4 y la nota 2). Debido al fracaso de Satanás, estas dos posiciones fueron dadas a los creyentes en Cristo (1 P. 2:5, 9; Ap. 1:6; 5:10; 2:26-27; 3:21; 12:5; 20:6; 22:3, 5).
O, turquesa.
O, berilo.
Lucifer estaba cubierto de piedras preciosas, lo cual indica su morada (Pember).
Lucifer, como criatura de Dios, estaba lleno de sabiduría y era perfecto en hermosura, perfecto en todos sus caminos desde el día que fue creado (v. 15a).