La Fiesta de los Tabernáculos (Lv. 23:33-44 y las notas).

Con respecto a la Fiesta de la Pascua, que era seguida por la Fiesta de los Panes sin Levadura, véanse las notas de Éx. 12 y Lv. 23.

Según el relato de Ezequiel, se tenía la ofrenda anual (vs. 18-20), la ofrenda mensual (Ez. 46:6), la ofrenda semanal (Ez. 46:4), la ofrenda diaria (Ez. 46:13) y las ofrendas durante las fiestas señaladas, a saber: la Fiesta de la Pascua, la Fiesta de los Panes sin Levadura y la Fiesta de los Tabernáculos (vs. 21, 25). La ofrenda anual era ofrecida el primer día del año, lo cual significa que, en principio, cada año debemos tener un nuevo comienzo (vs. 18-19).

Véase la nota Lv. 16:1¹.

Con respecto al significado de las ofrendas y todas las fiestas señaladas, véanse las notas de Lv. caps. 1—7 y 23.

La ofrenda elevada tipifica al Cristo ascendido. Ezequiel menciona cuatro componentes de la ofrenda elevada: trigo, cebada, aceite y una cordera (vs. 13-15). El trigo representa al Cristo encarnado que murió por nosotros (Jn. 12:24); la cebada, el grano que madura primero (2 S. 21:9), representa a Cristo como primicias de la resurrección (1 Co. 15:20; Lv. 23:10); el aceite representa al Espíritu Santo (Lc. 4:18); y la cordera representa al Cristo redentor (Jn. 1:29). En nuestro servicio a Dios tenemos que ofrendar tal Cristo en calidad de ofrenda elevada para Dios.

Esto es según la traducción de la Septuaginta. En el hebreo dice: veinte cámaras.

Esto es según la traducción de la Septuaginta. En el hebreo dice: diez.