El relato de la relación entre José y sus hermanos en los caps. 42—45 es una descripción detallada de la relación entre Cristo y la nación de Israel:
1) Así como los hermanos de José se vieron obligados a acudir a él en busca de alimentos (vs. 1-5; 43:1-15), los hijos de Israel se verán obligados a volverse a Cristo para seguir existiendo (Zac. 12:10; Ro. 11:26).
2) Así como los hermanos de José permanecieron ignorantes con respecto a él (vs. 8, 28; 43:32-34; 44:14-34), así también el pueblo de Israel permanece ignorante con respecto a quién es Cristo hoy.
3) Así como José puso a prueba a sus hermanos y los disciplinó después que se vieron obligados a acudir a él (vs. 15-24; 44:1-13), así también Cristo pondrá a prueba a Israel y lo disciplinará cuando ellos estén en proceso de volverse a Él (Zac. 13:8-9).
4) Al mismo tiempo que disciplinaba a sus hermanos, José los amaba y cuidaba en secreto (v. 25; 43:16, 25-34); asimismo, al final de esta era, Cristo manifestará secretamente Su amor a Israel y proveerá para sus necesidades (cfr. Ap. 7:2-8).
5) Así como José finalmente se dio a conocer a sus hermanos, que permanecían ignorantes respecto a él (Gn. 45:1-4, 14-16), Cristo se dará a conocer a la nación de Israel, que permanecía ignorante respecto a Él (Ro. 11:26).
6) Así como los hermanos de José finalmente le reconocieron (Gn. 45:15), los israelitas reconocerán a Cristo (Zac. 12:10).
7) Así como José reveló a sus hermanos su exaltación y gloria (Gn. 45:1, 8, 13), Cristo revelará Su exaltación y gloria al remanente de Israel (Mi. 5:3-4; Mt. 24:30).
8) Los hermanos de José participaron en el disfrute del reinado de José, quien los cuidó de manera especial por ser ellos el testimonio de Dios en la tierra (Gn. 45:16-24; 47:11-12; 50:21); asimismo, en el milenio Israel participará en el disfrute del reinado de Cristo, quien cuidará de manera especial de Israel como testimonio de Dios entre las naciones (Is. 2:2-3; 61:6; Zac. 8:23; 14:16-19).