Cristo, como Siervo de Jehová, es la luz de Israel y la gloria de Jehová que, a Su retorno, se eleva sobre Israel (vs. 1-3). Hoy en día la tierra entera, incluyendo a Israel, está sumida en tinieblas. Pero cuando Cristo venga como Redentor a Israel (Is. 59:20), Él será su luz a fin de iluminarlos; esta luz es la gloria de Dios, esto es, Dios mismo en Su gloria (cfr. Ap. 21:23; 22:5).
