Que significa la salvación de Jah. El libro de Isaías, por su contenido acerca de la economía eterna de Dios en Cristo, es el libro principal entre todos los libros de los profetas. Este libro consiste en la visión que Isaías vio (v. 1), las palabras que Isaías vio (Is. 2:1) y la carga que Isaías vio (Is. 13:1; 15:1). La visión, las palabras y la carga en Isaías tratan sobre la economía eterna de Dios en Cristo, la cual es abordada de manera cabal en este libro.
El libro de Isaías revela que las medidas que Dios toma en amor con respecto a Su amado Israel y el justo juicio que Él ejecuta sobre las naciones introducen a Cristo, el Salvador (Is. 43:3; 49:26), quien es Dios mismo (Is. 9:6) que se encarnó para ser un hombre (Is. 7:14) y posee tanto la naturaleza divina como la humana (Is. 4:2), el cual vivió sobre la tierra (Is. 53:2-3; 42:1-4), fue crucificado (Is. 53:7-10, 12), resucitó (Is. 53:10-11), ascendió (Is. 52:13) y viene otra vez (Is. 40:10; 64:1), para satisfacer la necesidad del pueblo escogido de Dios y de las naciones (Is. 9:1-7; 49:6) en la salvación todo-inclusiva de Dios (Is. 12:2-3), a fin de traer la restauración de todas las cosas, o sea, del universo que fue creado por Él pero que luego cayó (Is. 2:2-5; 11:6-9; 35:1-10; 30:26), todo lo cual consumará en el cielo nuevo y la tierra nueva por la eternidad (Is. 65:17). Por tanto, el contenido de Isaías abarca la totalidad de la economía neotestamentaria de Dios, desde la encarnación (Mt. 1:18-25) hasta el cielo nuevo y la tierra nueva (Ap. 21; Ap. 22), teniendo como trasfondo el relato del Antiguo Testamento concerniente a las medidas tomadas por Dios con respecto a Israel y Su juicio sobre las naciones. Según la profecía de Isaías, el Cristo que fue procesado para cumplir con los propósitos divinos es la centralidad y universalidad de la gran rueda del mover de la Trinidad Divina (Ez. 1:15 y la nota 1) para la realización de Su economía mediante la impartición divina de Sí mismo en Sus elegidos.