O, Etiopía.
O, Etiopía.
Israel es el siervo de Dios en el sentido de que cumple con el deseo de Dios en Su economía, el cual consiste en obtener una expresión corporativa de Dios para Su gloria (Is. 41:8; 45:4; 49:3). El pueblo de Israel habría de ser usado por Dios a fin de expresarlo de manera corporativa para Su glorificación. En este sentido Israel era uno con Cristo como siervo de Dios (Os. 11:1; cfr. Mt. 2:15). El siervo de Jehová es una entidad corporativa, e Israel formaba parte de este siervo corporativo. Véase la nota Is. 41:11 y la nota Is. 41:81.
En la era presente, la iglesia es el testimonio de Dios en el sentido de ser uno con Cristo como testimonio de Dios (Ap. 1:2 y la nota). Al ser tal testimonio, la iglesia sirve a Dios. Por tanto, todos los elegidos de Dios pueden ser considerados siervos de Dios juntamente con Cristo para la expresión de la gloria de Dios (cfr. Jn. 17:22; Ef. 3:21). El propósito de nuestro servicio es glorificar a Dios. El servicio más elevado que podemos rendirle a Dios es expresar Su gloria.
Véase la nota Is. 41:81.
O, desde la eternidad.
O, pueda librar aparte de Mi mano.