Según es usada en el Antiguo Testamento, la palabra aquí traducida derecho se refiere al veredicto fruto del juicio de Dios. El derecho sumado a la justicia equivale a la salvación. Como resultado de que Cristo muriera en la cruz por nosotros, el veredicto de Dios con respecto a nosotros, los que creemos en Cristo, representa el derecho por el cual somos justificados, somos hechos justos (Ro. 3:24). Este derecho que hace de nosotros justos es la salvación de Dios que viene a nosotros.