En la restauración, las doce tribus de Israel ya no estarán divididas, sino que serán una sola.
En la restauración, las doce tribus de Israel ya no estarán divididas, sino que serán una sola.
En la restauración en el milenio (Mt. 19:28), Jehová como Cristo será el Rey que reine sobre Israel, y todas las naciones serán reunidas en torno a Jerusalén (Is. 2:2-3; 60:3-5; Zac. 8:20-23).
En el tiempo de la restauración prometida por Dios en los vs. 16-18, Israel ya no se preocupará por el Arca del Pacto como el lugar para reunirse con Dios, pues Cristo, la corporificación de Dios, estará presente con Israel y reinará en Jerusalén. Véase la nota 1 S. 4:31b.
Jeremías 3:12—4:2 es el ruego amoroso que Jehová el Marido hace a Israel pidiéndole que vuelva a Él.
En referencia a Asiria, adonde Israel había sido llevado (2 R. 18:9-12).
Israel había sido dividido en dos reinos, el reino del norte fue llamado el reino de Israel, y el reino del sur fue llamado el reino de Judá (1 R. 11:9-43; 12:1-24). El reino norteño de Israel se volvió apóstata y cometió fornicación espiritual (adulterio) con ídolos (vs. 6, 9). Debido a esto, Jehová se divorció de Israel (v. 8a). La pérfida hermana de Israel, Judá, vio lo hecho por Israel y cómo fue castigada por las maldades que cometió. Sin embargo, Judá no tuvo temor y también cometió fornicación (vs. 7-8b).
Pese a la fornicación cometida por Israel, semejante a la que comete una esposa divorciada, Jehová habría de retornar a ella nuevamente si ella retornase a Él. Éstas son las compasiones de Jehová, las cuales no fallan jamás y son nuevas cada mañana (Lm. 3:22-23).